A Rónald Matarrita se le llenan los ojos de agua al recordar el momento más duro de su vida

Estaba a punto de cumplir uno de sus sueños, una experiencia que lo impulsaría a fichar con un equipo europeo, pero de repente, todo se derrumbó

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Mucho tiempo después, Rónald Matarrita comprendió que lo que le pasó aquel 14 de junio de 2018 lo hizo más fuerte.

Ese día empezó el Mundial de Rusia 2018 y ese mismo día se acabó la Copa del Mundo para él, porque se lesionó, al sufrir un desgarro grado uno en el isquiotibial derecho.

Faltaban escasos tres días para el debut de la Tricolor contra Serbia y en cuestión de instantes, el mundo se le derrumbó.

Matarrita no se había referido a lo que vivió en ese momento, pero lo hizo el domingo por la noche, luego de que la Selección Nacional empató 1-1 con Haití en el Estadio Ricardo Saprissa y se clasificó para la fase final de la Liga de Naciones de Concacaf.

“Fue un momento difícil, creo que el momento más difícil que he tenido en mi vida, una lesión de 20 días. El Mundial duraba 20 o 25 días si se llegaba hasta la final. Es increíble pensar que por una mínima lesión te pierdes el Mundial, el sueño de niño, lo que yo había soñado toda mi vida, el sueño de tu familia, el sueño de las personas que te rodean. Hoy sé que son cosas que pasan, creo que el tiempo me dio la facilidad de limpiar la cabeza, levantarme y seguir adelante e intentar hacer lo mejor”, expresó Matarrita en conversación con La Nación.

Nadie se quiere lesionar en ningún momento, pero ese instante en el que le ocurrió al lateral izquierdo, hizo que todo fuera muy cruel.

Matarrita quería irse de inmediato de Rusia, pero no fue tan sencillo encontrar vuelos.

“Es difícil estar en el camerino, ver a todo el mundo alistándose para el primer partido, y yo ahí, lesionado. De hecho se me pone la piel chinita cuando me acuerdo —muestra su brazo con la piel completamente erizada—; pero nada, son cosas que pasan, hasta me dan ganas de llorar cuando pienso en esto, vea que tengo los ojos llenos de agua, porque fue algo realmente duro”, reseñó.

Y agregó: “Pasó lo que pasó y ahora estoy en la pelea y con ese sueño de estar en ese próximo Mundial. Vamos a ver qué pasa”.

También confesó que en ese instante no había nada que le quitara de la mente esa “desgracia” que le pasó.

“No me reconfortó nada, me costó como un mes, o un mes y medio limpiar de mi cabeza ese momento, esa noticia, esa máquina en la que te meten y te dicen que estás desgarrado. Con el pesar de los partidos, los técnicos de ese momento, la parte administrativa, los compañeros de equipo, creo que fueron los que me dieron ese apoyo emocional que necesitaba”.

Lo que le resultaba más difícil de creer es que una lesión que no implicaba mucho tiempo de recuperación era la que lo había sacado del Mundial.

“Con el pasar de los partidos iba tomando otra vez mi nivel y caí en cuenta de que las cosas pasan por alguna razón y que simplemente me toca levantar la cabeza, acoplarme a lo que hay y seguir para adelante”.

Ese desgarro no solo le arrebató su primera participación en un Mundial, estando ahí, pues también truncó otro de sus anhelos: jugar en Europa.

Al consultársele al carrilero si ya es el momento de dar el paso de salir de la MLS de Estados Unidos para jugar en otra liga, respondió: “Llevo cinco años esperando dar ese paso… Por diferentes cosas que han pasado, lesiones o simplemente opciones que el equipo rechaza”.

Contó que antes del Mundial, una buena cantidad de equipos del Viejo Continente lo pretendían.

“El club en este caso, el New York City, esperaba opciones mucho más jugosas económicamente por mí, porque se esperaba ir al Mundial y optar por algo mejor. Pasa lo que pasa en ese momento, que vino esa lesión que me saca del Mundial y otra vez toca que empezar prácticamente de cero, levantar la cabeza, intentar agarrar nivel y estar en la mira otra vez de esos equipos. La consigna mía de salir de Estados Unidos siempre está e intentaré dar mi 100% ya sea en la MLS, o afuera”.

Inclusive, no descarta que eso ocurra pronto.

“Hay varias opciones, pero nada concreto, el mercado abre hasta enero y nada, por ahora estoy concentrado en despejarme un poco ya de lo que es el fútbol, obviamente con consciencia de que me tengo que mantener físicamente, pero ese estrés mediático, o de cancha, que llevé todo el año, lo tengo que sacar un poco y disfrutar con la familia”, puntualizó.