El 15 de mayo es el día uno. Con solo cuatro seleccionados y un puñado de juveniles, Óscar Ramírez se dispuso a trabajar. Temprano, a las 9 a. m. de un martes soleado en el Proyecto Gol, la Sele comenzó el campamento previo a Rusia 2018.
A partir de este martes y hasta el 17 de junio, cuando haga su debut frente a Serbia, la Nacional estará concentrada en un campamento cerrado, con visitas esporádicas de los jugadores a familiares y encerronas constantes de análisis de videos.
En el calendario hay tres fogueos: Irlanda, Bélgica e Inglaterra, pero desde ya se anuncia en el vestuario de la Tricolor que el enfrentamiento ante los ingleses mostrará al "verdadero" once, es decir, los hombres y la propuesta más cercana a la que se plasmará frente a los serbios.
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El 7 de junio en Leeds, a 10 días del debut mundialista y a 22 del inicio del campamento, Costa Rica hará gala de su mejor versión. Sí, se guardara “cositas”, como bien dice Machillo, pero ese día aparecerá en la cancha la faceta táctica más pulida de la Mayor.
"Para el partido contra Inglaterra el grupo estará más homogéneo", explicó el asistente técnico Luis Marín, unos minutos antes del inicio de las prácticas.
El enfoque de los primeros días consiste en pulir algunos movimientos tácticos. Desde el día uno, la premisa es trabajar en la pizarra, a la espera de que se sigan incorporando el resto de seleccionados. Este jueves lo hará Gamboa, posteriormente Celso Borges y con el paso de los días llegarán el resto hasta que se sume el último: Keylor Navas.
El guardavallas titular está en las vísperas de afrontar la final de la Liga de Campeones de Europa con el Real Madrid, lo que implica que se incorpore muchos días después.
"Viendo el nivel que él enfrenta y el desgaste que acumula, me da una luz de lo que debo hacer. Él tendrá dos días de viaje, en el que viene con un estrés máximo. Es bueno que se tome su espacio para recargar baterías", explicó Ramírez.
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Este martes trabajaron Óscar Duarte, Bryan Oviedo, Johnny Acosta y Patrick Pemberton.
Duarte llegó de primero, después de un año de pesadilla, con constantes lesiones, poca regularidad y una recuperación lenta. Participó en la gira por Europa con la Sele y aunque se perdió la última hexagonal, se daba por un hecho su presencia en Rusia.
Al final, el Mundial es la recompensa de un año turbulento.
“No ha sido el 2018 que yo quería, pero ahora tengo la oportunidad de estar aquí, en la Selección. Sé que hicimos un buen papel en Brasil y ahora todo el país espera más. Hay que pensar en prepararse muy bien”, recalcó Duarte.