Los Angeles, (DPA). Comandados por Kobe Bryant y el español Pau Gasol, los Lakers de Los Ángeles buscarán desde mañana ante los Suns de Phoenix el trigésimo primer título de la Conferencia Oeste en la liga norteamericana de baloncesto.
Los Lakers parten como amplios favoritos con el respaldo de una sólida nómina de jugadores y el respaldo de 15 anillos de campeón, mientras sus adversarios no conocen la alegría de ese indescriptible momento reservado a los equipos extraclase.
Sin dudas, Bryant, Gasol, Ron Artest, Lamar Odom y Derek Fisher le ofrecen al técnico Phil Jackson un plantel con suficiente calidad y experiencia para doblegar a los Suns y después ganar la liga nuevamente, cualquiera sea el triunfador en la Conferencia Este.
La única incógnita recae sobre el pívot Andrew Bynum, que tiene desgarrado un cartílago en la rodilla derecha, pero los demás jugadores no presentan males mayores que les impidan afrontar el reto de los Suns.
"Con Phoenix nos encontramos con un equipo con mucha confianza, en estado de gracia, que corre, y que tiene dos hombres muy por encima del resto en cuanto a prestaciones", dijo Gasol en su página en Internet. "Aunque una de las claves de su éxito está siendo la gran aportación de su banquillo".
El astro español ha brillado con luz propia en la postemporada e incluso muestra mayor solidez bajo las tableros que en años anteriores. Su rendimiento es una de las aristas que permite a los Lakers pensar en grande en los encuentros que se avecinan.
"Hacer un buen trabajo defensivo con Stoudemire será muy importante para nosotros", añadió Gasol. "Tienes que estar muy atento, ya que Nash lo busca constantemente y le proporciona muchas oportunidades de anotar".
Y también Nash ha sido objeto de comentarios críticos por parte de Jackson, quien considera que no está manipulando el balón correctamente.
"He estado en la liga por 14 años y nunca me han hecho ese señalamiento (los árbitros)", explicó Nash después de la práctica del sábado. "Eso es nuevo para mí. Nunca oí a alguien quejándose acerca de cómo conduzco el balón. Más bien me parece simpático".
Pero los Suns llegaron a esta final de Conferencia por derecho propio, tras eliminar 4-2 a los Trail Blazers y después 4-0 a los Spurs de San Antonio en las dos primeras rondas de postemporada.
Con el protagonismo de Amare Stoudemire, el veterano base Steve Nash y Jason Richardson, los Suns tratarán de llevar a sus vitrinas el tercer trofeo de Conferencia, que ganaron en 1976 y repitieron en 1993.
Richardson acumula medias de 21,9 puntos y 6,3 rebotes, Stoudemire 20,5 y 7,0, mientras Nash está en una de sus mejores contiendas de playoff con 17,8 puntos y 9,0 asistencias.
El entrenador de los Suns, Alvin Gentry, comprende la exigente labor que tienen sus pupilos por delante pero no cede en optimismo.
"Sentimos un gran respeto por los Lakers, pero no tenemos miedo de ninguna forma", señaló Gentry. "Y en la cancha lo demostraremos".
Los Lakers vencieron a los Suns en tres de los cuatro desafíos de la contienda regular y en cada uno de ellos con más de 100 puntos, incluso en el revés de 118-103 en el segundo enfrentamiento.
La mayoría de los especialistas estiman que los Lakers saldrán victoriosos en seis desafíos. La cancha, sin embargo, tendrá la última palabra.