Poderío en ataque con ritmo de

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Todo lo que pasó con Limón FC en este torneo es una sorpresa. Una muy agradable valga mencionar.

Un equipo que salió adelante tras estar hundido en unos profundos pozos llenos de adversidad, un técnico joven que volvió probar que sabe lo que hace y jugadores que aparecen de la nada para hacerse un espacio en Primera.

Henry Cooper forma parte de esta última aseveración. También forma parte de una ofensiva limonense que se cargó de goles en el Invierno 2012 a puro poder.

Hace unos meses ni siquiera jugaba futbol profesional. Hoy es el subgoleador del torneo y seguramente un candidato a dejarse el galardón del mejor novato.

Aunque se nota que está en un proceso de acostumbrarse al ritmo de la máxima categoría logró desequilibrar con anotaciones de toda clase: marcó de cabeza, de tiro libre y con la pelota en movimiento.

Sea suerte de principiante u olfato goleador, ya los equipos saben quien es y lo toman en cuenta para planificar los partidos. Es sumamente difícil que eso pase cuando apenas se cuenta con 20 juegos en el profesionalismo.

Al lado tiene otro de los miembro de esa ofensiva de fuego del Caribe: Delbert Cameron.

No es novato. Más bien califica ya como un veterano (incluso anduvo rondando por el futbol playa), pero vive su mejor temporada en Primera División.

Otra sorpresa más del único equipo que de salir campeón seguramente a nadie le molestaría.

Cameron no es muy técnico, pero es insistente y principalmente es luchador. Un reflejo del diario vivir de este club.

Su picardía y la potencia que le da su herencia le dieron goles valiosos para él y para las aspiraciones de su sorpresivo club.