Zar del tenis de mesa

Sin rival a la vista, es el campeón nacional desde hace nueve años

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Cuando se habla de tenis de mesa es requisito mencionar su nombre, pues Alexánder Zamora ha monopolizado la cosecha de títulos de este deporte en la última década.

En efecto, en ese lapso ganó el gallardete en nueve oportunidades consecutivas y no aparece aún el rival que desestabilice su reinado. Tiene, en total, una foja de 11 gallardetes.

Posee además el mérito de ser el campeón de campeones de Centroamérica, así como una actuación destacada en el latinoamericano.

Su inicio se gestó en el garage de un vecino y luego de practicar futbol, baloncesto y atletismo, sintió que el tenis de mesa era el que "lo jalaba más fuerte", de ahí que inició su práctica exclusiva con brío en busca de la superación.

"Comencé a jugar ping pong y fue increíble; fue una fiebre y no me la sacó nadie. Estaba sacando cuentas y ya voy a cumplir 15 años de estar metido en él. Entre más lo juego, más me enamoro", dice al tiempo que observa a sus pupilos entrenar en uno de los gimnasios de Plaza González Víquez.

Al principio topó con suerte, pues cayó en la cantera del tenis de mesa, grupo Escorpio de Curridabat, y con el entrenador Jorge Lang a la cabeza comenzó un proceso que aún no termina, pues siempre se prepara con la misma intensidad.

Preparación

Conocedor de que la práctica hace al maestro, Alexánder dedica cerca de 30 horas semanales al entrenamiento, ya que en esta disciplina el contacto con la bola y la raqueta es indispensable. "El tenis de mesa es un deporte individual que requiere lo máximo de práctica y concentración, pues 30 segundos son suficientes para perder un juego", explica.Aunque es una especialidad en la cual las dimensiones son pequeñas, los precios de los implementos no guardan la misma proporción y, para citar un ejemplo, el campeón comenta que solo la raqueta tiene un valor de más de ¢25 mil, inversión que sufraga el deportista, debido a que el apoyo de empresas privadas es poco y el Estado asigna una cantidad minúscula a la Federación.

"El respaldo de instituciones como la Embajada de Taiwán ha sido muy importante, pues nos han donado mesas y todo el equipo, así como también nos facilitan salidas a otros países para participar en torneos internacionales", declaró.

Alexánder ha participado en más de medio centenar de torneos, un campeonato mundial, pero le falta una olimpiada. No acudirá a Atlanta el próximo año debido a que no pudo estar en las eliminatorias que se celebraron recientemente en el área centroamericana.

Adeptos

Vivir profesionalmente del tenis de mesa es muy difícil, razón por la cual mucha de la gente que lo practica lo hace por pasatiempo y es fácil encontrar entre los deportistas a doctores, ingenieros y profesores.Zamora sostiene que para que el deporte salga de los garages de las casas o patios de las empresas, donde siempre hay una mesa de ping pong, hace falta una mayor divulgación y ayuda para tener instalaciones propias acordes con las necesidades.

"No es posible que para Juegos Nacionales se hagan gimnasios enormes que no van de acuerdo con la capacidad de los pueblos. En lugar de hacer una estructura de ¢100 millones, por qué no hacer tres de treinta millones y permitir que otras disciplinas puedan tener cabida en un gimnasio", se interrogó.

El retiro de Zamora parece estar lejano y, como dice sin ambajes, "todavía no existe un buen rival para dejar el título de campeón en buenas manos; los que hay son jugadores muy inestables, hoy ganan, mañana pierden".

Por ello, el zar del tenis de mesa seguirá dominando tranquilo desde su trono.