Londres AFP y EFE. El brasileño Arthur Zanetti le entregó a su país la primera medalla de oro en la historia de la gimnasia artística de los Juegos Olímpicos al imponerse en la final de anillas.
De tal modo, destronó al campeón mundial y olímpico, el chino Chen Yibing.
El ejercicio de Zanetti, de 22 años de edad, fue valorado con 15.900 puntos, mientras que el asiático, que defendía la corona olímpica de Pekín 2008, terminó con 15.800 para quedarse con la presea de plata. El italiano Matteo Morandi capturó el bronce con de 15.733.
“Espero que esta medalla le abra muchas puertas a todos los gimnastas de mi país, se la quiero dedicar a todos ellos y a toda la gente que siempre me ha apoyado durante mi carrera”, expresó un emocionado Zanetti después de recibir la medalla de oro en el North Greewich Arena.
El ejercicio del paulista tuvo una alta exigencia técnica, con un dominio perfecto de su cuerpo y gran fortaleza de brazos para ejecutar difíciles movimientos.
“Tenía mucha confianza, a pesar de la salida que tuve -alcanzó a doblar levemente las piernas-, pero el resto de la actuación fue excelente y sabía que podía tener una mejor nota que el chino para quedarme con la medalla”, comentó sobre su actuación.
El estadio, con cientos de brasileños en las gradas, se vino abajo. Zanetti saltó de alegría y su cuerpo técnico comenzó a llorar.
La fiesta continuó hasta que el gimnasta se colgó la medalla en su cuello.
Después de 112 años de historia olímpica, la gimnasia iberoamericana subió por fin al podio.
La gimnasia, uno de los deportes fundacionales de los Juegos y de los que más interés despiertan cada cuatro años, no había reservado ninguna medalla para un atleta de esa región hasta ayer, cuando Zanetti, rompió los pronósticos.
Sorpresa. Con un ejercicio brillante se colgó el oro en el que se considera el aparato más difícil. La sorpresa fue mayor porque en la fase clasificatoria, la semana pasada, Zanetti avanzó con la peor calificación de los ocho finalistas.
Había hecho una serie más básica para no ir de primero (en la final), y le dio resultado.
Antes del comienzo, el gimnasta iberoamericano mejor situado para conseguir la primera medalla parecía otro brasileño, Diego Hypolito. Pero falló en su ejercicio de suelo, como ya hizo en Pekín 2008, y ni siquiera entró en la final.