Vuelta a Costa Rica le lleva alegría a Upala, cantón que vive una realidad muy dura

Muchas personas lo perdieron todo por el paso del huracán Otto, pero tratan de levantarse y así a como buscan continuar, le dan un mensaje de esperanza a los mismos ciclistas, con sus pancartas de apoyo

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Upala

Aparte de ser competencia, la Vuelta a Costa Rica es una tradición y cada vez que la caravana llega a un pueblo, eso se convierte en una fiesta.

Esta vez no fue sede, pero Upala vio pasar al pelotón en la tercera etapa del giro a la tica.

Upala fue una de las zonas más afectadas por el huracán Otto, entre la noche del 23 de noviembre y la madrugada del 24.

Muchas personas lo perdieron todo, pero tratan de levantarse y así a como buscan continuar, le dan un mensaje de esperanza a los mismos ciclistas, con sus pancartas de apoyo.

Bastaba una cartulina y un pilot para que los upaleños escribieran: "Vamos ticos", "Sí se puede", "No pierdan la fe".

Un despiste en la segunda etapa hizo que los referentes nacionales cedieran mucho terreno con respeto al colombiano Nicolás Paredes (Strongman Campagnolo).

Queda mucha carrera y por experiencia propia, don Luis Ortiz afirmó en las cercanías del Hospital de Upala: "Todos los días sale el sol y así a como nosotros queremos levantarnos, los ciclistas buenos de Costa Rica tienen que hacer lo mismo en la carretera".

La jornada de este jueves empezó en Cañas, a las 8:15 a. m. y el pelotón se enrumbó primero a Bijagua, donde más allá de las pérdidas materiales, lo que más se lamenta es la muerte de dos menores de edad y dos adultos.

Dos horas de que comenzara la jornada, la organización advirtió que había problemas en el puente del río Naranjo, que también había sido destruido por Otto.

Pese a que está habilitado, había que pasar con precaución porque ahí hay huecos y en ciertos tramos de la carretera, aún se encuentra barro.

Ahí, en el epicentro de la tragedia, el panorama es desolador.

De las viviendas que había en varios puntos, no quedó nada, lo único que se ve es un poco de escombro, porque los árboles que se cayeron y la piedra volcánica que se deslizó de la montaña destruyó esas casas.

En otras, aún tienen afuera los sillones, los muebles y los artefactos que quedaron inservibles.

A primera vista da la impresión de que se trata de chatarra, pero cuando se cae en cuenta de que es parte de las secuelas por ese grosero y terrible paso del huracán, es imposible no sentir una bofetada.

Esas mismas personas que sacaron sus pertenencias, estaban ahí, a la vereda del camino, espero con ansias el paso del pelotón.

Así ocurrió en Bijagua y unos ocho kilómetros más adelante, en la entrada de Canalete de Upala, la tierra del futbolista José Guillermo Ortiz, la situación era la misma.

Con ilusión, unas veinte personas estaban ahí, reunidas y en primera fila para apoyar a los ciclistas.

"Yo les voy a gritar 'vamos, vamos, vamos'. Dicen que hoy por ti y mañana por mí. Costa Rica nos tendió la mano cuando pasó la desgracia y hoy nosotros estamos aquí apoyando a nuestros muchachos", dijo doña Rosa, quien portaba una pancarta con la frase 'gracias Costa Rica', encerrada en un corazón".

Continuaba la travesía y se llegó al centro de Upala.

El comercio estaba abierto con normalidad, pero en la mañana casi nadie vendió nada.

En la tienda de zapatos, en la pulpería y en la venta de electrodomésticos y en el mercado pasó lo mismo: hasta los vendedores estaban afuera para no perderse la Vuelta.

"No podía dejar pasar la caravana estando aquí, a pesar de todo lo que ha pasado, hay que vivir esta Vuelta y esta etapa es muy decisiva para algunos equipos y aquí estamos apoyando, viviendo esta fiesta", manifestó Leo Guevara.

Y añadió: "Después de todas estas cosas que han pasado, ha sido un golpe bastante duro para el pueblo de Upala, pero esto ha sido algo bueno, algo que motiva a la población. Usted ha visto que en todo el recorrido, la gente apoya esta Vuelta. Salen a aplaudir, las calles están llenas y entonces, lo que se ha perdido ha sido lo material, porque el corazón de Upala está vivo para apoyar a los ciclistas".

La caravana se solidarizó con los upaleños y a ellos les quedó la satisfacción de haber sido parte de la Vuelta.

Esta tercera etapa del giro nacional finalizará en Ciudad Quesada.