Tucurrique
Años atrás, Juan Carlos Rojas, César Rojas y Román Villalobos eran compañeros de equipo. Hoy, los hermanos están frente a frente contra el ciclista de San Isidro de Heredia que se apoderó de la quinta etapa de la Vuelta a Costa Rica.
Se conocen muy bien, tienen características similares y están dando espectáculo en una carrera que este domingo tendrá una jornada cinco estrellas, con la cronoescalada de 19,64 kilómetros entre Palomo y Paraíso.
"Desde un principio sabíamos que Román era el rival más fuerte, lo demostró, ganó bien y felicitarlo, vamos día con día, poco a poco, las sensaciones son buenas y a recuperar que la crono será clave", expresó César Rojas.
Para él, la última jornada antes del día de descanso "es una contrarreloj muy explosiva, la primera parte es plana y llevadera, después tiene un repecho muy fuerte. La primera parte es muy explosiva y en la segunda hay que hacer la subida muy técnica, porque si se traba uno mucho, puede hacerla mal".
Román Villalobos, del equipo Canel's Specialized de México, admite que ese espíritu de ganador y esa garra con la que corre la aprendió de Juan Carlos.
"Me formé viéndolo a él, yo era un novato y hoy disputamos carreras. Al final esto es lo que le gusta a la afición, que viene y crece con este tipo de rivalidades, con este tipo de exhibiciones que se hacen, a mí lo que me queda es sacar fuerzas de donde no las hay para luchar por la carrera con dos ciclistas muy fuertes como los Rojas", reseñó Román Villalobos.
En ese dos contra uno que se dio en el ascenso al alto del Guayacán y en las rampas finales hacia la meta en Tucurrique, el legionario supo regularse.
"Sabía que en ciertos puntos de la carretera tenía que fajarme bastante para no descolgarme de la rueda de ellos y tratar de tener fuerzas para responder a los ataques", citó.
Tras ese esfuerzo, este domingo se podrá visualizar un poco mejor quién es quién.
"Viene una etapa individual donde son las fuerzas de cada deportista, tengo que sacar fuerzas para hacer una excelente crono, que a Juan Carlos y a mí se nos da bastante bien. Sabemos que para estar en la disputa de la Vuelta hay que hacer un buen tiempo y si es de ganar, ganar; y si es de perder, perder lo mínimo para estar en la disputa".
Villalobos reconoció que las primeras jornadas de esta Vuelta fueron muy desgastantes, de fondo y que hubo fugas que en cierto momento, por un despiste, pusieron a los escaladores ticos contra las cuerdas.
"Por ejemplo, en la llegada a Guápiles no me sentía muy bien por el esfuerzo, porque no había tenido una buena recuperación. Me acosté tarde por temas que no vienen al caso, pero es que llegan a hacerme un control antidopaje a las 10 p. m., salgo de eso a la medianoche y no descansé nada. Eso me pasó factura, por dicha me concentré y salí bien de esa etapa", relató.
En el segundo día de carrera, en Cañas, los favoritos ticos tenían una desventaja de unos 18 minutos con respecto al líder de ese momento, Daniel Jara (El Colono), pero el problema real era que el colombiano Nicolás Paredes (Strongman Campagnolo) se había metido en la escapada y les llevaba unos 15 minutos.
Pero en este momento, los nacionales ya recortaron mucho terreno y da la impresión que la Vuelta a Costa Rica sigue abierta y que está más viva que nunca.
"La verdad que los primeros días fueron durísimos, esas fugas que se hicieron fueron complicadas y por eso decidimos estar atacando para que la general se vaya acomodando poco a poco y yo creo que todavía queda mucha montaña", aseguró César Rojas.