Victoria, fracaso y desilusión

3Sudáfrica y Francia se despiden juntos del Mundial, tras una patética actuación que dejó desencanto

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Solo un milagro podía permitir que Sudáfrica y Francia continuaran con vida. El milagro no llegó y el impacto fue grande para el anfitrión del Mundial y para el flamante subcampeón mundial.

No superar ni siquiera la primera ronda es un fracaso total. No hay otra palabra que lo describa mejor.

Por un lado, los sudafricanos quedarán con la mancha de pasar a la memoria del futbol mundial como el primer organizador de un Mundial que, en 80 años de historia, no fue capaz de avanzar a la segunda fase de octavos de final.

El equipo dirigido por el brasileño Carlos Parreira ganó ayer 2-1 a los franceses e hizo su mejor partido del campeonato. Pero el lunar en su expediente mundialista ahí quedará. No se podrá borrar.

Al describir a la patética Francia se deben subrayar varios epítetos... Desastre, ridículo, fiasco, farsa y, sobre todo, una vergüenza nacional para el último subcampeón.

La crisis interna ante el conflicto del técnico Raymond Domecheh con el ariete Nicolas Anelka, la expulsión del equipo de este último y la protesta de jugadores, los dimes y diretes... todo eso repercutió muchísimo en el ánimo del grupo.

Ayer, el criticado Domenech hizo seis cambios del equipo que fue humillado por México (0-2), con un nuevo ataque con Cissé y Gignac.

Hasta marginó a su capitán, Patrice Evra y a Eric Abidal, líderes de la huelga en solidaridad a Anelka.

Con este panorama se asumió el último partido del grupo A, que tanto sufrimiento desencadenó para la afición local y la francesa.

El último aliento. Había que darlo todo en el partido en Bloemfontein, con dos equipos casi eliminados: una Francia desmembrada y una Sudáfrica muy presionada.

Ambos cuadros llegaron obligados a jugar con un oído puesto en Rustenburgo, donde Uruguay y México también se peleaban los dos boletos del grupo A.

Sudáfrica halló pronto la ventaja con los goles de Bongani Khumalo y Katlego Mphela.

El primero fue un cabezazo de Khumalo, que superó la mala salida de Lloris y el salto de Diaby.

Luego Mphela anotó el mejor tanto del juego, ante la pasividad de la zaga gala.

Estas dos anotaciones metieron presión. Surgió la esperanza entre los locales de avanzar a segunda fase si se anotaban uno o dos goles más, pues en Rustenburgo ganaba Uruguay 1-0 a los mexicanos.

Los aficionados alentaban de pie el “despertar” ofensivo de su equipo y siguieron atentos en las tribunas, cuando el árbitro colombiano Óscar Ruiz expulsó a Gourcuff, por un codazo a Sibaya.

Pero el poder divino no llegó para Sudáfrica. Más bien, Francia descontó cuando no lo merecía, gracias a Florent Malouda.

El partido avanzó hacia su conclusión sin más historia. Ni Sudáfrica podía golear, ni Francia tenía argumentos para sumar su primer punto del Mundial.

Con el 2-1, la desilusión fue total en la selección gala, que pagó caro clasificar al Mundial con la ayuda de una mano ilegal de Thierry Henry ante Irlanda.

El técnico Domenech se despidió de la peor forma: con derrota y un eliminación prematura, como en la Eurocopa 2008. Su relevo ya está listo: Laurent Blanc.

Y Sudáfrica festejó a medias su inútil triunfo. Así terminó el papelón de dos equipos que juntos dijeron adiós a la copa.