Spurs toman ventaja, pero Heat promete dar  batalla

Un tiro milagroso de Tony Parker definió el primer partido de las finales, por 92-88

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Tony Parker recuperó la pelota del piso, salió de la sombra de LeBron y soltó la bola un microsegundo antes de que se le acabara el tiempo. Buscaba un milagro y lo encontró.

Al reloj solo le quedaron 5.2 segundos y esa fue la canasta definitiva del marcador 92-88 con el que los Spurs de San Antonio ganaron el primer juego de las Finales de la NBA, ante el Heat de Miami.

Solo así, con un milagro, se podía definir un partido emocionante y muy reñido. Ambos cuadros se fajaron en ambos costados de la cancha y demostraron ser los dos equipos más capacitados para levantar la corona de la temporada.

Si por la víspera se saca el día, estas finales prometen ser largas y reñidas. En un vocablo: trepidantes.

Parker fue el mejor encestador de la noche, el armador anotó 21 puntos y repartió seis asistencias.

Mérito adicional para el francés por ser el hombre que se echó la definición del juego sobre los hombros y encestó dos increíbles canastas hacia el final del partido.

Mas fue Tim Duncan el jugador clave de los Spurs. El veterano de mil batallas limpió la pintura con 14 rebotes y tres bloqueos, al tiempo que limitó el accionar de los hombres grandes de Miami (Chris Andersen y Chris Bosh) al meterlos en problemas de faltas.

En materia ofensiva Duncan tuvo un inicio lento, al no poder encestar en el primer cuarto. Se recuperó en el segundo parcial, en el que encestó 12 unidades. Terminó marcando 20 puntos.

La pieza restante del Big Three de San Antonio, el escolta argentino Manu Ginóbili, aportó 13 puntos para ser el tercer mejor encestador del equipo visita.

El otro jugador clave fue el novato Kawhi Leonard, de tarea respetable a la hora de defender contra LeBron James. Al Rey no se le puede detener, pero limitarlo a 18 puntos es marcar la diferencia entre un triunfo y una derrota.

Rey trabajador. Donde estuvo excepcional James fue en la pintura, al bajar 18 rebotes.

Así llegó al triple-doble: 18 puntos, 18 rebotes y 10 asistencias.

Dwyane Wade no se amilanó y aportó 17 puntos, mientras que Bosh apenas pudo encestar 13 unidades, con cinco rebotes.

Gracias al gran trabajo de James recuperando balones, Miami logró vencer a San Antonio en los rebotes (46 por 37) y sufragar una de sus debilidades (el Heat es el peor reboteador de los play-off).

Sin embargo, no alcanzó para detener a los efectivos Spurs, que tomaron la ventaja faltando poco más de siete minutos y de ahí supieron dominar el partido.

De esta forma, San Antonio se roba la ventaja de localía y mete en problemas temprano al Heat, que ahora está obligado a ganar al menos un juego de visita.