Parrita. La estadounidense Shelley Olds del italiano Alé Cipollini, se consagró ayer como la tercera ganadora de etapa en la presente edición de la Vuelta Femenina a Costa Rica, calurosa en el clima pero finalmente fría en emociones.
Empujada por esa cruzada personal de salir de Costa Rica con la camiseta roja, la ciclista no solo se dejó ayer las dos metas volantes que incluyó la fracción, sino, que también consiguió llevarse ese ritmo hasta la meta en Parrita, un impulso que le permitió subirse hasta el tercer lugar del podio general.
“Fue una gran etapa, muy bonita por el paisaje pero caliente y muy dura. El objetivo hoy era la meta, de eso no hay duda porque trae una bonificación para pensar en la general y, también, para esa camiseta roja”, aseguró la norteamericana.
Olds, quien ya había figurado en la etapa inaugural, precisamente, gracias a esos sprints intermedios, detuvo el reloj en 1:57:57, casi el mismo tiempo que registró un lote de 37 ciclistas que se escapó desde muy temprano tras el anuncio de kilómetro cero en Orotina.
“Hubo un poco de nervios durante toda la etapa, en los kilómetros finales tuve la gran ayuda de mis compañeras lo me impulsó al final y en el embalaje llegó la victoria”, añadió la corredora.
De esos mismos nervios fue víctima el resto de la caravana, demasiado concentrada en cuidar detalles y ahorrar energías y muy poco anuente a desgastarse con ataques en una etapa que tal y como se esperaba no definió mayor cosa.
Defensa. Pero en medio de esa calma sí se pudo observar la férrea defensa que las integrantes del Rusvelo le dieron a su líder Olga Zabelinskaya, arropada todo el tiempo por las suyas a la espera del mínimo ataque para responder.
La rusa, quien no tuvo mayor problema para meterse en el lote de avanzada, resguardó con éxito las diferencias en la general y llegará hoy a Heredia con más de un minuto de colchón respecto a Flavia Oliveira, aún segunda de la general.
Edith Guillén, por su parte, se mantuvo como la mejor costarricense dentro del pelotón, también gracias al cobijo que encontró en ese grupo de líderes y a esa enorme ambición suya por no salirse de un top 10 del que todavía se ubica como sétima.
“Como se esperaba Rusvelo dominó la carrera, mantuvieron el paso la mayoría del tiempo y Olga pues está super bien, está muy fuerte y no debería tener mayor problema mañana... Nosotros hicimos nuestro trabajo, llegar ahí sin perder tiempo, ahora toca esperar que mañana entremos concentrados”, aseguró la costarricense.
“Fue difícil meterse a los sprints de ellas, enfilan muy duro y yo pues no soy sumamente hábil, me cuesta un poco, así que era mejor no arriesgar mucho”, añadió.
La Vuelta Femenina vivirá hoy su penúltimo día con la etapa estelar entre Heredia y Grecia, una fracción que promete ofrecer toda la emoción que no se vivió ayer.