Serena gana quinto Wimbledon

En el 2011, pasó diez meses fuera de las canchas por problemas de salud

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Wimbledon, Inglaterra. Serena Williams cayó en lo más bajo de su carrera en 2011, cuando pasó horas sin salir de casa, agobiada por una deprimente serie de problemas de salud que la llevaron al hospital en varias ocasiones y que la alejaron de las canchas durante 10 meses.

Pero el mejor punto en la carrera de la estadounidense parece haber llegado ayer, en Wimbledon, donde se dejó caer de espaldas sobre el césped, cubriéndose la cara con las manos. Está de regreso y es otra vez campeona de un Grand Slam.

Su saque es mejor que nunca; su férreo carácter sigue ahí. Williams lució dominante al principio y al final del partido para superar 6-1, 5-7 y 6-2 a la polaca Agnieszka Radwanska y ganar por quinta vez Wimbledon. Además, se apoderó de su título número 14 de un Grand Slam, tras una sequía de dos años.

“Recuerdo que estaba en un sofá y no salía en todo el día o en dos días... sólo rezaba y decía, no puedo más, he pasado por mucho. Quiero salir de esto”, recordó Williams, exnúmero uno del escalafón mundial, que cayó al puesto número 175 después de sucumbir en la cuarta ronda en el All England Club, el año pasado, en su segundo torneo desde que había regresado al tenis.

“Venir aquí y ganar ha sido asombroso. Ha sido una travesía increíble”, comentó Williams. “Me sentí increíble. Me sentí muy bien físicamente durante todo el torneo, así que creo que es el comienzo de algo fabuloso. Espero que así sea”.

Lección. Todos los problemas a los que debió sobreponerse Williams explican sus lágrimas durante la ceremonia de premiación.

También dejan claro por qué se abrazó tan emotivamente con sus padres y con su hermana mayor Venus, quien también ganó Wimbledon en cinco ocasiones.

Las dos hermanas, que aprendieron a jugar tenis en canchas públicas en Compton, California, han ganado 10 de los últimos 13 trofeos en Wimbledon.

Poco después de ganar Wimbledon en 2010, Williams sufrió cortaduras en los pies al pisar vidrios en un restaurante de Alemania. Requirió dos cirugías en el pie derecho. El mismo problema le ocasionó coágulos de sangre en los pulmones. Para ello, tomó anticoagulantes, pero esos medicamentos generaron a su vez una acumulación de sangre en el vientre, que requirió otra intervención quirúrgica.

“Eso le hizo percatarse de cuál era realmente su vida, de qué era y de cuánto amaba este deporte”, dijo la madre de Williams, Oracene Price. “Nunca aprecias algo sino hasta que lo pierdes”.

Frente a Radwanska, que trataba de ser la primera polaca en ganar un título de Grand Slam en individuales, Williams tuvo algunas rachas malas, pero también otras buenísimas. Ganó los primeros cinco games y los últimos cinco.

Tuvo 58 winners (13 de su rival). Despachó 17 aces, incluidos cuatro a más de 160 kilómetros por hora.