Seahawks apalearon a los Broncos y a la historia en el Super Bowl

El primer título de Seattle llegó con un majestuoso triunfo, 43-8, en Nueva York

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En 38 años han sido más los aguaceros que los días soleados para una franquicia que nunca había alzado el Vince Lombardi y apenas saboreó 13 postemporadas. Todo eso acabó en una noche.

Velada mágica, en un juego que desde el principio tuvo un desarrollo impensable, insólito, inédito... En fin, cargado de una enorme lista de adjetivos que apenas empieza a describir el dominio que los Seahawks tuvieron para adjudicarse el primer Super Bowl de su historia.

En ese terreno donde se erigen leyendas, la perfección de la defensa de Seattle se extendió a todas las líneas para apabullar a Broncos.

El marcador de 43-8 no se acerca a explicar la desesperación que seguramente vivió Peyton Manning.

Sí, el mariscal Russell Wilson y su batallón fueron superiores en todo. Pero hubo dos momentos clave en la histórica victoria de ayer.

El primero fue apenas al segundo 12. La anotación más rápida en la historia de los Super Bowl se dio con un impensable safety provocado por la excelente defensa del ahora monarca. La Legión de Boom.

Los Seahawks cabalgaron a los Broncos en una primera mitad que terminó 22-0. Sin respuestas.

Steven Hauschka pateó dos goles de campo, Marshawn Lynch –discreto anoche– anotó un touchdown de una yarda y Malcolm Smith, con una intercepción que devolvió 69 yardas, dio el primer golpe letal a la moral de los campeones de la Americana.

El segundo –y prácticamente tiro de gracia– lo dio Percy Harvin al devolver la patada de salida del segundo tiempo. Corrió 87 yardas en un desahogo de una ciudad, Seattle, y una afición que anoche juraba ser la más ruidosa del mundo.

El 29-0 fue lapidario. Para los desmoralizados Broncos solo quedaba disminuir la humillación.

Pero faltaba más... Wilson encontró a Jermaine Kearse en un pase de 23 yardas para el primer touchdown del joven mariscal.

Histórico. El 36-0 era escandaloso y amenazaba con sobrepasar la mayor paliza en los Super Bowl, aquella que los Broncos de John Elway sufrieron, por 55-10, ante los 49ers de Joe Montana y Jerry Rice.

Ayer hubo una similitud grande entre ambas deshonras. Manning desaparecido como estuvo Elway. Peyton también con dos costosísimas intercepciones.

Para saber si los Wilson, Marshawn y Richard Sherman llegarán a niveles de leyenda como Montana y Rice falta tiempo. El gran Joe tenía un año más de vida y de carrera que Wilson cuando ganó su primer campeonato.

De vuelta a la masacre de la Gran Manzana, Demaryius Thomas, con una recepción de ocho yardas, marcó la única anotación de los Broncos.

Wilson estaba sanguinario y no dejó irse a los heridos sin apalearlos un poco más. Pase de 10 yardas hacia Doug Baldwin y el definitivo 43-8 de la noche.

Desde 1979 ningún equipo de Seattle (los mudados Super Sonics de la NBA) ha sido campeón en ninguno de los deportes grandes de los Estados Unidos. Esa gris historia de la lluviosa ciudad tuvo un giro de leyenda anoche.