Rodolfo Villalobos llora al cumplir uno de sus sueños en la Vuelta

El alajuelense se estrenó ayer en la lista de ganadores de etapa en el giro tico

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Carrizal, Alajuela. Rodolfo Villalobos entrenó durante meses la cronoescalada que ganó ayer en la Vuelta a Costa Rica.

Cada vez quería hacerla mejor. Parecía una obsesión, pero no, simplemente era el esfuerzo y el sacrificio de un ciclista para conseguir un objetivo personal.

Ensayar esa crono se convirtió en parte de su quehacer diario en bicicleta, al extremo de que él mismo perdió la cuenta de cuántas veces hizo el recorrido de 18,24 kilómetros entre la Iglesia de San Joaquín de Flores, Heredia, y la plaza de Carrizal, Alajuela.

Con 21 años, este ciclista alajuelense del equipo JPS Giant sabía que tenía todo para conquistar su primera etapa en una Vuelta a Costa Rica, máxime que la meta estaba ahí, en el patio de su casa y en donde se ha formado.

Rodolfo Villalobos tenía un antecedente muy esperanzador.

En la crono de la Vuelta Grande del año pasado fue segundo, superado por Juan Carlos Rojas.

Y esta vez se invirtieron los papeles y aún le parece un sueño.

Atendía a la prensa tragando grueso. Respondía con voz entrecortada, pero quizás con algo menos de timidez que de costumbre, hasta que La Nación lo abordó para que contara un poco más de su vida y de esa historia que él encierra y que pocos conocen.

Fito no aguantó más y estalló en un llanto profundo.

Las lágrimas le salían del alma, porque se le vino a la mente el recuerdo de todo lo que ha pasado para llegar a estar en donde está.

Transcurrieron cinco minutos y seguía llorando. Bebió unos sorbos de agua y atinó a decir: “Me mató con esa pregunta”.

Solo eso pudo responder, pero su historia se remonta al 2008.

Su historia. Tras correr en Juegos Nacionales, juró que sería un gran ciclista y que algún día estaría en la Vuelta a Costa Rica.

Se las ingeniaba para cumplir con todos sus deberes.

Durante las mañanas ayudaba a vender bolsas plásticas en un negocio familiar; por las tardes se marchaba a un ciclo para ganarse unos coloncitos extra.

Y regresaba a la casa lo más rápido posible para dormirse temprano porque, sin excepción, las madrugadas eran para entrenar, generalmente en las calles de Poás, Carrizal y Turrúcares.

Del grupo de ciclismo del Comité de Deportes de Alajuela (Codea), Fito dio el salto a la élite con el equipo de José Antonio Herrero y hoy por hoy es uno de los hombres de confianza de Yurandir Leandro en JPS Giant.

Esta es su segunda presencia en la Vuelta y ayer, con ese triunfo soberbio, Rodolfo Villalobos comenzó a cosechar los frutos de un esfuerzo de años.