Con ocho selecciones aún vivas, los cuartos de final dieron los batacazos más fuertes de todo el Campeonato Mundial.
Primero, Brasil se llevó una estocada en el pecho por parte de la Naranja Mecánica, y luego, Argentina fue sacada de paseo por una máquina germana que parecía imparable.
La Verdeamerela perdió 1-2 ante Holanda, en un partido que los brasileños pudieron definir en el primer tiempo, pero se complicaron solos. La Albiceleste salió goleada 0-4 por Alemania, luego de ser inmovilizada, casi con camisa de fuerza, desde el minuto uno del duelo.
Así, de golpe, América se quedaba sin sus dos representantes de mayor peso.
Los técnicos Dunga y Diego Armando Maradona, criticados antes del Mundial, pero amados durante el mismo (hasta ese instante, lógicamente), prácticamente no tuvieron palabras para expresar el impacto de quedar fuera de Sudáfrica 2010.
Un sentimiento que reflejó lo que pensaban sus países.
Por otra parte, Uruguay sí cruzó el puente, en uno de esos partidos históricos que jamás se dejarán de mencionar.
Los charrúas vencieron a un rival complicadísimo como Ghana en la tanda de penales, no sin antes estar a un suspiro de quedar eliminados (1-1 y 4-2).
No obstante, apareció la mano milagrosa de Luis Suárez y el penal errado en la última jugada del tiempo suplementario por Asamoah Gyan para darles una última oportunidad más.
Finalmente, Sebastián El Loco Abreu hizo otra de las suyas con un penal “picado” al estilo Antonin Panenka, para sellar un increíble pase a semifinales.
De Paraguay no se esperaba mucho, ya que jugó ante el “monstruo” España y aún así dio una lucha digna (0-1).
Inclusive, malogró un penal en el segundo tiempo que les hubiese dado una ventaja.