Si en la temporada regular se lucha por ser el mejor y hallar química, los play-off son para ganarse el respeto y dominar al rival. Ese terreno donde se erigen –o destruyen– reinados y dinastías. Donde se escribe la historia.
Así llegan los Warriors, con la obligación de mostrar que tienen lo necesario para desbancar al emperador del Oeste, esos ya veteranos Spurs hábilmente comandados por Gregg Popovich.
No están solos. Rockets y Clippers (rivales de San Antonio en primera ronda) comparten el deseo de acabar con el mandato de Tim Duncan y compañía.
Precisamente, ese duelo entre Spurs y Clippers es el más atractivo de primera ronda: enfrenta al mejor coach activo en la NBA, con armas como el joven Kawahi Leonard y el sapiente Tony Parker, contra un quinteto angelino que sabe que ya se le hace tarde para explotar la mejor oportunidad para conquistar el primer título de la franquicia, con estrellas del calibre de Chris Paul (líder en asistencias de la liga), DeAndre Jordan (líder en rebotes) y el espectáculo que es Blake Griffin.
Mas el Salvaje Oeste no se guarda nada. En 2014 tres de cuatro series se fueron a siete partidos; y la paridad continúa.
Los Warriors de Stephen Curry, gran candidato al MVP, son los que parecen tener mayor ventaja, pues enfrentan la inexperiencia de los Pelicans.
Y ahí acaban los pronósticos.
Los Rockets, con su propio candidato al MVP en James Harden, enfrentan a los Mavericks y su constelación de veteranas estrellas, como Dirk Nowitzki.
Mientras que la gran defensa de los Grizzlies, empoderados por Marc Gasol y Zach Randolph, se enfrentan a los lastimados Blazers de LaMarcus Aldridge.
Se busca retador. Pese a las turbulencias, Cavaliers comparten con Warriors y Spurs el halo de favoritos al título. Ni la sorpresa de Hawks, el talento de Raptors o los mancillados Bulls parecen estar a la altura del rey LeBron James.
La primera serie de Cleveland tiene morbo. Enfrenta a esos Celtics que tanto hicieron sufrir a James en su primer paso por la franquicia, pero que ya no son los mismos. Boston apenas inicia su camino de reconstrucción.
Por su parte, Mike Budenholzer (exasistente de Popovich) condujo a unos Hawks de pocas estrellas y mucho trabajo al liderato del Este. De premio, enfrentan a unos impredecibles Nets de los que no hay que fiarse: entre Brook López y Deron Williams pueden crear alguna sorpresa.
Los Bulls sobrevivieron a las lesiones de Derrick Rose y Joakim Noah –ya saludables–, gracias al renovado Pau Gasol, para amarrar el tercer puesto. Eso los enfrenta a unos “ babies “ Bucks de rendimiento perdedor.
El ataque de Raptors y la defensa de Wizards protagonizan la serie más igualada del Este. Un duelo en el que DeMar DeRozan, por Toronto, y John Wall, por Washington, aspiran a escalar otro nivel, al menos coquetear con una final de conferencia que es inédita para ambas franquicias bajo sus actuales nombres.
Ganar respeto, conquistar y avanzar: las claves para los próximos finalistas de la NBA.