Asunción, Paraguay. AFP Leryn Franco, lanzadora de jabalina paraguaya, no reniega sobre su belleza. Sin embargo, lamenta no haber sabido soportar la atención que esto y el rumor de un romance con el tenista Novak Djokovic despertaron en la justa de Pekín 2008.
Ante este escenario, Franco confía en desquitarse con una gran marca en los venideros Juegos Olímpicos de Londres.
“Esta será mi última participación en unos Juegos Olímpicos. Este deporte me dio muchas satisfacciones. Así que voy a tratar de dar todo de mí para conseguir el mejor registro”, explicó Franco.
La paraguaya ganó medallas de plata en las últimas ediciones del campeonato Suramericano y del Iberoamericano (marca de 57,77 metros), solo superada por la colombiana Flor Denis Ruiz (58,21).
En Londres competirá también contra la brasileña Leyla Ferrer (57,14), y las dos imbatibles campeonas mundiales, la checa Barbora Spotakova (67,78) y la rusa Mariya Abakumova (64,34).
Leryn Franco piensa que el interés de los medios por su figura física debe ser solo un valor agregado.
Desconcentración. Leryn Franco afirmó que esta vez no se dejará encandilar por las luces de las cámaras que solo buscan su belleza.
“Hace cuatro años en Pekín, no estuve preparada psicológicamente para enfrentar a tantos medios encima”, lamentó Franco.
Con su experiencia de convivencia en las villas olímpicas de Atenas 2004 y Pekín 2008, admite que todos las atletas quieren lucir bien cuando entran a las competencias.
"Las mujeres que competimos en los Juegos entramos con la mejor imagen que podamos. Nos arreglamos las uñas, nos maquillamos, algunas usan trenzas o se peinan para mantener la femeneidad", reconoció la lanzadora guaraní.
En la capital china se publicaron rumores de un noviazgo con el tenista serbio Novak Djokovic.
“Teníamos cosas en común, como todos los que compartimos la villa olímpica. Nos vieron compartir un almuerzo juntos y se hicieron comentarios. No me extrañó para nada. Pasamos bien como amigos, así como con tantos otros amigos que hacemos en la villa”, revivió.
Leryn, una licenciada en administración de empresas con manejo del inglés y el italiano, no acepta que solo se le busque por su físico.
“Lo que más me gusta es que me eligen como la deportista más linda. No se trata de cualquier mujer. Es una distinción adicional, porque primero respetan mi historial”, dijo la atleta en Asunción.
Franco dijo que sin el deporte, es poco probable que alguien hubiera descubierto su escultural cuerpo.
"Si hoy me ven en las pasarelas, en la publicidad o en programas de televisión, es gracias al deporte que practico. Me sacaron de una pista de atletismo para ponerme en la televisión”, recordó Franco.
Con 30 años, Leryn una de las escasas atletas que Paraguay produce. Los aportes vienen por la dedicación de sus propios padres y directivos de la federación local de atletismo, devenidos en habituales mecenas para costear los viajes.