Paolo fue el amo de inicio a fin

El santaneco sufrió más de lo esperado en la última etapa gracias a un pinchonazo

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Limón. Ni un pinchonazo en una llanta ni los peligrosos puentes de las líneas férreas ni el acecho del estadounidense Alex Grant.

Nadie pudo con el mejor ciclista de montaña del momento, Paolo Montoya, ayer en la tercera y última etapa de la difícil Ruta de los Conquistadores.

El santaneco consolidó el favoritismo que adquirió al ganar la primera etapa el viernes anterior y sentenció su segundo título de La Ruta en su palmarés.

Ayer al pedalista del Scotiabank-Dos Pinos-DHL le bastó llegar en el puesto 14 y acumular un tiempo total de 10 horas, 40 minutos y 27 segundos.

Seguido se estableció el estadounidense Alex Grant, a 07:51, mientras que el tercer puesto fue para el tico Dennis Porras, a 08:59.

Día de angustia. “Mañana será una etapa suave y plana; espero simplemente disfrutarla”, mencionó Montoya el viernes refiriéndose a lo que esperaba de la última prueba de ayer, pero todo salió al revés.

El santaneco sabía que tenía una buena ventaja de poco más de 13 minutos sobre su perseguidor, pero no había espacio para caer en confianzas y atacó pronto, en los 70 kilómetros entre Siquirres y playa Bonita de Limón.

No obstante, a mitad de camino se le pinchó la llanta trasera en una de las vías del tren.

Fue entonces cuando comenzó la angustia que mentalmente lo hizo sufrir en demasía.

Grant intentó aprovechar el trago amargo del costarricense y montó un buen ritmo, pero Montoya no estaba dispuesto a entregar la anhelada corona de La Ruta.

Logró reparar el desperfecto en el último puesto de control y nadie lo detuvo, acabó con la ilusión de sus contricantes y acrecentó la suya para cruzar la meta y fundirse en un gran abrazo con su madre y sus compañeros de equipo.

En femenino, la estadounidense Monique Mata se lució en las tres etapas y fue la campeona indiscutible, seguida por las ticas Ligia Madrigal y Cinthya Coto.