Pacquiao masacró a Margarito

Boxeador filipino conquisto su octava corona, en igual número de categorías

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Dallas, EE. UU. AFP El filipino Manny Pacquiao le dio el sábado una paliza al mexicano Antonio Margarito para doblegarlo por decisión unánime en 12 asaltos, y capturar la faja de campeón superwelter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Pacquiao, de 31 años, conquistó su octava corona mundial, en igual número de categorías, y extendió a 13 su cadena de triunfos consecutivos, al llevarse las tres tarjetas de los jueces con votaciones de 120-108, 118-110 y 119-109.

Ante poco más de 47.000 espectadores en el Cowboys Stadium de Arlington, Pacquiao dio una de las más impresionantes demostraciones de su carrera al dominar de punta a punta a un hombre que le superaba en alcance, estatura, y llevaba casi 20 libras de ventaja.

“Fue una pelea dura. Tuve que hacer mi mejor boxeo para ganar. Es realmente un hombre muy fuerte. No puedo creer que haya aguantado tanto”, dijo Pacquiao, quien pareció disminuir el ritmo de golpeo en los últimos dos asaltos, para no lastimar más a Margarito.

El pugilista mexicano demostró a su vez un gran corazón, al aguantar todo lo que Pacquiao le tiró, renunciando a abandonar el pleito pese a la gran diferencia en las tarjetas de los jueces.

Valiente. “Soy mexicano y peleo hasta el final siempre”, declaró el boxeador originario de Tijuana al pie del encordado, con un ojo completamente cerrado y el rostro muy maltratado.

Pacquiao comenzó el combate a un ritmo vertiginoso, golpeando a su antojo a un rival que le fue de frente, con una sonrisa burlona en la cara, pero demasiado lento en sus reacciones.

El zurdo filipino estuvo a punto de enviar a Antonio Margarito a la lona en el tercer cuadro, pero el azteca afirmó las rodillas y no sólo se mantuvo en pie, sino que comenzó a golpear con más frecuencia en los finales de cada round .

Las opciones y la sonrisa de Margarito se fueron desvaneciendo a medida que el Pacman le demolía golpe a golpe, entrando y saliendo a su antojo, imponiendo estilo y ritmo en cada distancia.

Era tal la paliza, que a la altura del undécimo episodio Pacquiao le suplicó al árbitro principal Laurence Cole que parara la masacre.

“Le dije al réferi: ‘Mira sus ojos, mira sus cortes’, pero no hizo nada”. “No quiero dañarlo permanentemente. Esto no es boxeo”, dijo Pacquiao al terminar el pleito.

Margarito, de su lado, se fue directamente al hospital para curar sus heridas y su ojo inflamado.

Con este triunfo, Pacquiao enriqueció su hoja de servicio a 52 victorias, 38 por nocaut , tres derrotas y dos empates, mientras la de Margarito queda en 38-7.

Pacquiao se llevó por este triunfo una bolsa de 15 millones de dólares y Margarito otra de 3,5 millones, cifras que podrían aumentar cuando se contabilicen las ganancias de televisión por cable.