Londres. El judoca Osman Murillo está saliendo avante contra su primer rival: el peso. Cuando le llegue la hora del debut, en la mañana del lunes, no puede pasarse ni un gramo de los 73 kilos, pues sería eliminado.
“Ya hoy pesé los 73 exactos”, comenta el costarricense, quien hace un mes llegó hasta tres kilos más del peso indicado.
Es normal entre los judocas, según comenta, pero implica estar muy atento al peso día a día conforme se acerca la competencia.
Él ha venido bajando poco a poco, limitándose en las cenas, y sobre todo evitando en estos días las harinas como las papas y el pan. En cambio, come varias veces entre comidas raciones pequeñas, como barras de granola.
“Lo importante es que no me siento débil”, indicó el atleta.