Nery Brenes quedó lejos de reconquistar su título planetario de los 400 metros planos bajo techo.
Ayer, en el heat final de la prueba dentro del Mundial de atletismo indoor de Sopot, Polonia, terminó en la sexta y última posición, tras una carrera que ejecutó muy mal.
Así, devolvió la corona que conquistó en la edición del 2012, la cual se disputó en Estambul, Turquía.
El costarricense cerró con un tiempo de 47 segundos y 32 centésimas, el más alto entre las seis competencias oficiales que tuvo en lo que va de la temporada del 2014.
Fue incluso un segundo más alta que el de la semifinal (46:25).
Brenes arrancó con fuerza y logró salir de la primera curva en la punta; no obstante, se le agotó el empuje y la energía conforme pasaron los metros, perdiendo lugares.
Ya en ese momento sus rivales lo bloquearon hasta que cedió en ambos fuertes: el físico y el mental.
El ganador fue el checo Pavel Maslak (45.25), seguido del campeón de la edición del 2010, el bahameño Chris Brown (45:58). El tercer lugar fue para el estadounidense Kyle Clemons (45.74).
Entre lo positivo para Brenes está que la marca de Maslak no se acercó al récord mundial de 45:11 que aún posee, el cual fue conseguido precisamente en la cita turca.
Versiones. Se intentó contactar a Brenes para conocer su versión, pero no fue posible. El velocista solo ofreció declaraciones a las agencias de prensa en Sopot.
De acuerdo con su vocero, Carlos Morales, será hasta el martes, día en que vuelve a Costa Rica, que conversará con los medios ticos.
Sin embargo, sí opinó su técnico, Walter Salazar, mediante un comunicado facilitado por Morales.
“Lo que le pasó, las interferencias, son parte de la prueba porque los 400 metros bajo techo son un deporte de contacto. Lamentablemente a Nery lo frenaron dos veces y ya no se pudo hacer mucho para recuperar, porque es una prueba muy rápida y hay poco tiempo”, dijo en la información.