Neijel Ulate, el ganador de la medalla de oro en 10.000 metros planos de los Juegos Nacionales 2017 (con tiempo de 34:12 segundos), superó varias pruebas que le ha puesto la vida, desde pensar en dejar el atletismo hasta perder a un amigo. Y hoy, ese último triste recuerdo lo impulsó a ganar la corona en el Estadio Nacional.
"Hoy hace un año me propuse trabajar por una medalla, por un amigo fallecido, se la dedico a él y hoy cumplo esa promesa. No hay palabras para describir esta sensación, esta emoción, mucho dolor, sentimiento y sacrificios", comentó Ulate entre lágrimas mientras recordaba a Sebastián París.
Ulate, quien compite por Alajuela, se considera un hombre trabajador, siempre lucha por lo que quiere y cumple sus promesas. La principal la logró cumplir esta tarde, la que le prometió a Sebastián París, ganar una presea por él, quien desde el cielo lo impulsó cuando sentía que ya no podía más. "Había un momento en que sentí que no podía más y sentí esa inspiración, esa fuerza", resaltó el corredor.
El hoy monarca recordó cuando se conocieron por primera vez, justo en la época en que daba sus primeros pasos en el atletismo, aproximadamente hace cuatro años. Aunque fueran de diferentes equipos (Ulate de Barva y París de Santa Bárbara), eran muy cercanos y lo recordó como una gran persona, un gran atleta y alguien de éxito.
Sus inicios no se dieron en el equipo de Codea Alajuela, con el cuál logró cerrar su mejor marca en el año, sino en el equipo de Barva de Heredia, donde tuvo varios problemas. Según Karina Ulate Arias, madre de Neijel, lo menospreciaban y maltrataban.
"Tuve un problema con el entrenador de Barva en los Juegos Deportivos Nacionales de San Carlos en 2015, hasta pensé que tenía que dejar el atletismo. Me llegó un mensaje para poder entrenar con el equipo de Alajuela y la semana siguiente ya estaba en la pista, porque el atletismo es mi sueño. Me sacó de ser esa persona chiquitilla y gordilla que sufría bullying", agregó el atleta.
Su actual entrenador, Juan Carlos Vega, destacó a Ulate como un muchacho disciplinado, que no tuvo un buen inicio en el atletismo, no le habían dado una buena guía. Vega empezó a analizar sus debilidades y fortalezas para sellar el trabajo con el podio esta tarde.
Los problemas no terminaron ahí, su madre, Karina Ulate, confirmó que no le querían dar el traspaso al equipo de Alajuela y tuvo que luchar por esto, incluso pese a que Gabriela Traña lo había recomendado.
"Demasiado orgullosa, de verdad, me tocó desde joven, porque él nació desde que yo tenía 16 años, en las enfermedades, en las alegrías y en todo y ahorita que es campeón nacional no sé ni qué hacer", señaló la orgullosa madre al ver cómo su hijo celebraba la medalla.
Neijel no tuvo mucho apoyo al inicio, pero su pensamiento era claro, creer en sí mismo primero, para que empezaran a creer en él. Aseveró que su mamá al inicio se oponía un poco, pero ahora es diferente, le brinda todo su apoyo y lo ayuda incluso a lavar la ropa del trabajo y los entrenamientos cuando él no tiene tiempo.
El atleta de 18 años divide su horario en trabajar en una heladería en Barva de Heredia, ir a entrenar a Alajuela y estudiar en la universidad, y sueña con representar el país internacionalmente.
"Era mi sueño, no logré realizar la marca hasta ahorita, de hecho me llegó la mejor marca del año en la prueba de los 10.000 metros, pero estoy a la espera de ver qué decide la Federación, Dios primero es un sueño que deseo cumplir, poder representar a mi bella Costa Rica", concuyó Neijel Ulate, quien espera estar en los Juegos Centroamericanos.