Chachagua, Alajuela. El trabajo del equipo de BCR–Pizza Hut, combinado con el esfuerzo y buen aire de Pablo Mudarra, al final resultaron vencedores en el Campeonato Nacional de Ruta, en una maratónica etapa de más de cuatro horas.
La prueba, por su nivel de dificultad, dejó poco para observar favoritos, pese a que desde el punto de salida resaltaban nombres de mucha espuela en el ciclismo de ruta, como José Adrián Bonilla, Marconi Durán o Paolo Montoya, quien se prepara para Londres 2012.
No obstante, fue a escasos metros de la meta final, ubicada en Chachagua, que la incógnita se despegó con el ingreso de Mudarra en el primer lugar.
El recorrido, que consistió de 156,84 kilómetros en un circuito entre Chachagua, La Fortuna y Javillos de San Ramón, se caracterizó por un crudo calor y un imponente volcán Arenal que se comportó a la altura del evento, sobre todo para aquellos amantes del paisaje tico.
Casi una hora después de la salida, el grupo de 108 ciclistas élite y Sub-23 era una masa uniforme en su totalidad, donde todos pedaleaban al mismo ritmo, sin desgastarse, como queriendo guardar fuerzas para el final de la prueba.
Allí, con el paso del puente sobre el río Peñas Blancas se pudo observar a un equipo Coopenae–Economy–Gallos Bikes con casi todos sus corredores en punta del pelotón principal.
A partir de ahí, el resto de rivales afilaron su mira al Economy de Bonilla, Durán y Jonathan Carballo, como adversario a destronar en las dos vueltas restantes de la prueba.
Con esta premisa, BCR–Pizza Hut gestó su estrategia.
Estandarte. Los pizzeros socaron el paso, le dieron comodidad a sus rivales del Economy y les marcaron el ritmo durante toda la carrera.
Fue en los últimos 10 kilómetros, ahí donde daba inicio la serie de columpios más complicados del recorrido alajuelense, que se gestó el ataque definitivo.
Esta vez, Mudarra fue el estandarte del equipo y coronó el triunfo con un agotador tiempo de cuatro horas, seis minutos y 48 segundos. Casi hora y 20 minutos por vuelta.
“El clima siempre es complicado, pues uno se desgasta mucho al combatir contra los rivales”, afirmó un extenuado Mudarra, en medio de un bochornoso clima.
Por su parte, si la definición en la rama masculina fue disputada, ni se diga en la femenina.
A poco de ingresar a la meta, Marcela Rubiano logró imponerse por “un pelito” a sus seguidoras Edith Guillén y Natalia Navarro; incluso, las tres terminaron con el mismo tiempo.
“Sabía que en los últimos kilómetros se iba a jugar la etapa. Saliendo hice un ataque para ver quiénes se seleccionaron y, al final, resultaron ser las mejores cinco del país”, añadió Rubiano.
Cabe resaltar el esfuerzo de Navarro, pues el sábado también había disputado la contrarreloj en Ticabán de Pococí.