El beisbol nacional aprovechó la reanudación del campeonato para dar sentidas muestras de afecto y agradecimiento para Eliseo Cheyo Sandoval Vargas, quien falleció el martes y fue sepultado en medio de la tristeza de peloteros y dirigentes en el Cementerio General de San José.
Precisamente, Eliseo culminó su carrera de 80 años siendo coach de Huracanes. Créalo: 80 años al servicio del beisbol.
Sandoval nació el 30 de noviembre de 1921 y siendo un niño de 10 años jugaba beisbol en la Plaza González Víquez.
Junto a sus hermanos Orlando y Herbert, militó por muchos años en el beisbol mayor.
Su padre, del mismo nombre, usualmente caminaba con uniforme puesto desde su talabartería, que se ubicaba 25 metros al sur de Chelles, hasta los diamantes de este deporte.
Cheyo y sus parientes contribuyeron de otra forma con la práctica del beisbol, pues ellos cosieron de gratis las bolas deterioradas y así aliviaban penas a equipos y jugadores de aquella época.
Sandoval participó como jardinero central en el Mundial de Colombia. Como mánager, fue el artífice de la dinastía del equipo Glidden en la categoría mayor, con cinco cetros de Primera División en nuestro país.