Houston. EFE El poder del bate latinoamericano se hizo sentir una vez más en la ofensiva de los Cardenales de San Luis, para ayudarlos a conseguir la victoria.
El primera base dominicano Albert Pujols es el mentor de David Freese, más valioso de la serie. El receptor puertorriqueño Yadier Molina también puso el madero oportuno en los momentos claves al producir dos carreras.
Molina empezó a surgir en el quinto episodio cuando fue a la caja registradora y recibió pasaporte con la casa llena para remolcar al guardabosques Allen Craig y poner el parcial de 4-2.
Molina, un veterano de siete temporadas y de 29 años de edad, con salario de 5,3 millones de dólares, tuvo tres viajes a la caja de bateo y pegó en dos ocasiones para remolcar dos carreras.
Pujols, que se ha convertido en una imagen de los Cardenales con sus 11 campañas dentro del equipo, pisó dos veces la registradora el viernes. Pero ahora puede convertirse en agente libre y quizás jugó su último partido con el uniforme rojo y blanco.
Sus compatriotas, el campocorto Rafael Furcal y el relevista intermedio Octavio Dotel –que llegaron a mitad de temporada en traspasos con los Dodgers y los Azulejos– también fueron un gran apoyo para los Cardenales.
Furcal y Dotel asimilaron el carácter luchador y ganador de San Luis para ver cumplido el gran sueño de lograr su primer título de la Serie Mundial.
El campocorto dominicano viajó tres veces a la caja de bateo, pegó dos imparables y remolcó una carrera, además de mantener su buen nivel a la defensiva.
La otra cara de la moneda se dio con los latinoamericanos de los Rangers, como Adrián Beltré y Nelson Cruz, silenciados por el pitcheo de los Cardenales.