Cada día, los Lakers se acercan más a la fecha de no retorno en la que definitivamente quedarían fuera de la postemporada.
Con un equipo que no muestra señales de mejoría, los dueños de la franquicia se preguntan cuán grave habrá sido el error de traer a Dwight Howard.
Con una paupérrima marca de 19 triunfos y 25 derrotas, las luz no brilla sobre el cuadro de dorado y púrpura, que no logra reformar su desastrosa defensa.
Conocido como Superman, Howard ganó tres premios seguidos al mejor defensor de la liga, pero no ha ayudado mucho en ese apartado durante esta campaña, con números muy por debajo de su promedio, como 12,1 rebotes por juego, y poca intención palpable de querer ayudar a sus compañeros.
El dilema es que Dwight solo esta firmado por esta campaña y con sus constantes cambios de estado de ánimo, es muy probable que el centro decida cambiar de aires para la siguiente temporada.
Eso pone a los Lakers en la ardua tarea de empezar a escuchar propuestas para no quedarse con las manos vacías.
Claro que esas propuestas no sobran, pues nadie va a querer a Howard si él antes no se compromete a una extensión de contrato. Y el compromiso no es su fuerte.
Además, otro reloj de arena corre sobre la organización y es que Kobe Bryant ya tiene 34 años y la obligación es conseguir uno o dos títulos más antes de su retiro.
Según el LA Times, esta semana, en la búsqueda de soluciones al mal desempeño del equipo, Kobe preguntó a Howard si realmente se sentía cómodo jugando con él. Bryant no obtuvo una respuesta.