Los grandes fracasos de los Mundiales nunca se olvidan

Cada cuatro años algún favorito se queda sin título, pero a veces son fracasos

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Así como los Campeonatos Mundiales traen grandes alegrías y gratas sorpresas para muchos, también aparecen amargas experiencias cargadas de tristeza y sufrimiento para otros.

Es lógico. En un enfrentamiento, si alguien es feliz, otro va a ser embargado por el sentimiento proporcionalmente contrario.

Además, no solo hay un favorito. Siempre existen varios candidatos, pero solo uno puede ganar.

Entonces, ¿qué pasa con el resto?... A su desempeño, casi siempre se les denota como fracaso.

La Copa del Mundo llegó a ser una actividad tan popular, que uno de esos fracasos puede paralizar al planeta entero.

Ese fue el caso del mítico Maracanazo de Brasil 1950, sin duda, el más sonado de la historia.

Ese encuentro entre los combinados brasileños y uruguayos no solo detuvo la vida cotidiana de los locales por un tiempo.

La noticia le dio la vuelta al planeta entero y cambió la forma de analizar al futbol, pues se tomaron en serio las estrategias defensivas de los charrúas, las cuales frenaron la explosividad del constante ataque de los brasileños.

Ya no se trataría de solo jugar atractivo y llenar de goles la cabaña local, sino de tener recaudos atrás para no permitirlos en la propia.

Aparte, el ejemplo de entrega uruguayo marcó un hito.

Inclusive, a cualquier remontada, ahora se le agrega el sufijo “azo” en honor a esa gesta heróica.

Por ejemplo, en Costa Rica tenemos el Aztecazo del 2001.

Más caras largas. Pero hay otras caídas, quizás no tan trágicas, que también tienen su impacto.

La derrota de la Naranja Mecánica en Holanda y su denominado “futbol total” en Alemania 1974, la eliminación del jogo bonito de Brasil en España 1982 y la paupérrima presentación de Francia en la defensa de su corona en Japón y Corea del Sur 2002, por mencionar algunos, son puntos claves en la historia de este deporte.

Cada uno de ellos llegó a diferentes instancias (final, segunda ronda y fase inicial, respectivamente), empero, sus derrotas trascendieron tanto como la coronación del mismo campeón mundial.

Sin embargo, hay muchos otros seleccionados que llegaron con altísima expectativa, la cual a fin de cuentas se disipó, tales como Inglaterra en el propio 1950, Brasil en 1966, Colombia en 1994 y Argentina y Portugal en el 2002.

Todos ellos regresaron a sus respectivos países con la cabeza agachada y sumidos en la vergüenza, tras caer en la primera ronda.