1 Se había hablado que para ganar había que sufrir, ¿fue así?
–Fue una carrera muy extenuante, el recorrido tiene de todo y bueno Josiah venía atrás en los primeros 15 kilómetros fue mortal me recortó casi dos minutos y cuando te van entregando esas referencias pues te retumban en la cabeza.
Hay que mantener muchísimo la tranquilidad y creo que supe controlar el momento, el tiempo y sobre todo las energías. Soy sincero: literalmente llegué muerto a la meta, no tenía nada más por entregar.
2 ¿Las cosas salieron como las pensaban?
–Hoy (ayer) en la mañana tuvimos que cambiar un poquito la estrategia porque a la una de la mañana me levanté con fiebre y tenía un poco de diarrea como a las cinco o seis de la mañana. No sé qué me pudo haber afectado y me sentía bastante débil.
Entonces previo a la carrera decidimos cambiar todo y tratar de poner a Ron lo más adelante posible, pero el problema es que se abrió tanta ventaja en la natación que cuando llegó a transición me dan la indicación de que siga hasta ver que sucede.
3 ¿Durante la competencia sintió alguna molestia por eso mismo?
–Creo que hasta faltando dos kilómetros cuando salgo ya de Reserva y me tocó correr por la playa ya simplemente estaba sin energías y lo supe porque uno se empieza a marear y ya no se controla el paso, pero hasta ahí tenía como 2:30 de ventaja. Lo controlé hasta llegar a la meta.
4 ¿Cómo se sintió en la ruta de ciclismo?
–A Joseiah se le caracteriza por ser salvaje en el ciclismo, es impresionante. Entonces sabía que yo tenía que pasar la primera mitad de ciclismo con cierta ventaja y en la segunda acelerar un poco más. Di un golpe psicológico al volver a ganarle ventaja a él.
5 ¿Está satisfecho con el tiempo hecho?
–Sí, creo que hoy me sorprendí de lo que pude andar en bicicleta. Hemos trabajado como nunca en nuestra vida, he estado entrenando cosas diferentes y muy duras, eso se refleja en las carreras.