Miami. LeBron James se entrenó ayer con el Heat de Miami después de que la víspera tuvo que salir de la cancha en el último período del cuarto partido de la final de la NBA, juego que le ganaron al Thunder de Oklahoma City, porque sufría calambres en las piernas.
El jugador más valioso de la liga dijo sentirse mejor. Piensa seguir bajo tratamiento hasta el quinto encuentro de la serie hoy, cuando una victoria del Heat sobre el Thunder aseguraría el campeonato que James ha buscado durante nueve temporadas como profesional en la liga.
Con Miami 3-1 arriba en la serie a ganar cuatro de siete, James dijo que se mantiene concentrado en la misión por enfrentar.
“Mi trabajo no ha terminado”, afirmó. “Tengo una tarea que cumplir”, agregó.
Erik Spoelstra, el entrenador del Heat, informó que James entrenó sin dificultades.
Cerca del título añorado. LeBron fue barrido en su primera final, en el 2007 con Cleveland, y luego cayó junto con el Heat en seis partidos, el año pasado.
Después de incontables altibajos, el partido número 804 de James en su carrera podría coronar su larga búsqueda de un título.
“No tengo idea de qué diré antes de que salgamos a la cancha”, dijo James. “Eso se me suele ocurrir cuando me preparo para salir”.