LeBron James puso otra actuación pletórica a la vez que fue el astro que resplandeció sobre el juego de sus compañeros para que los Cavaliers consiguieran un triunfo vital, 95-93 en el tiempo extra, en casa de los Warrios.
Las Finales de la NBA van rumbo a Cleveland empatadas, después de que los Cavs demostraran que, con o sin Kyrie Irving, están lejos de bajar los brazos y dejarse arrollar por Stephen Curry y compañía.
La triple decena de 39 puntos, 11 asistencias y 16 rebotes del Rey apenas pone números a la excelsa actuación de un verdadero líder, quien en sus 50 minutos en la duela nunca perdió la confianza en sus compañeros.
Mientras que Matthew Dellavedova evidenció su capacidad para suplir a Irving, sacando de balance a Curry y apareciendo en momentos decisivos en el cuarto parcial y el tiempo extra.
El MVP de la temporada impuso el magro récord de más triples fallados en un juego de final, con 13. Si bien aportó 19 puntos, la mayoría en el cierre del juego.
Klay Thompson fue el motivo por el que los afanados Cavs no lograron cerrar desde temprano el triunfo: anotó 34 puntos para suplir la baja efectividad de Curry.
Creer. En el primer juego de las finales fue evidente que James no conseguiría darle el primer título de su historia a Cleveland si no encontraba ayuda.
Consciente de eso, LeBron habló en la previa de su obligación de ayudar a sus compañeros para que aportaran en ofensiva lo que ya estaban dando en la defensa.
Así, repartió asistencia tras asistencia sin importar la mala puntería de sus compañeros (Dellavedova, Iman Shumpert y Tristan Thompson se combinaron para 19% en tiros de campo).
Esa fe cambió la historia: en el juego 1 una única canasta de James fue la puntuación total Cleveland en el tiempo extra, y esta anoche Shumpert aportó un triple crucial y Delly los dos tiros libres que prácticamente sentenciaron el marcador.
La final continúa este martes, con el juego 3 en Cleveland, a las 7 p. m. (hora de Costa Rica).