Laurens Molina vuelve a competir tras cumplir sanción por dopaje: ‘Quiero limpiar mi nombre’

El paratleta nacional contó la dura experiencia que vivió tras sufrir un castigo de cuatro años, luego de salir positivo en una toma de muestras en 2017

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Laurens Molina aún siente escalofríos cuando recuerda el día que le comunicaron que había dado positivo en un control andidopaje en Londŕes, Inglaterra, en 2017. Fue uno de los momentos más tristes de su vida y que lo marcó para siempre.

En aquellos días era considerado el paratleta más exitoso de nuestro país, con participación en los Juegos Paralímpicos de Sydney 2000, Atenas 2004 y Londres 2012, por lo que era ejemplo de superación para aquellos deportistas que deseaban seguir sus pasos.

No obstante, aquella llamada donde le informaron que había dado positivo en un control antidopaje con la sustancia Metoxi-polietilenglicol, conocida popularmente como CERA, le dio un vuelco a su carrera deportiva y lo obligó a parar durante cuatro años, tras el fuerte castigo que le impuso la Agencia Mundial Antidopaje.

Después de pasar por aquellos complicados momentos, Laurens aseguró estar arrepentido de haber tomado aquella decisión y luego de participar en el Gran Prix de Monterrey en México, en julio pasado, su ilusión es clasificarse a los Juegos Parapanamericanos de Santiago de Chile en 2023 y participar en las pruebas de 100, 400 y 800 metros lisos.

Su primer objetivo es tomar parte en el Gran Fondo Andrey Amador, el próximo 12 de febrero del 2023 en la ruta de 60 kilómetros de San José, con un triciclo especial, con el fin de prepararse para los eventos internacionales en una prueba exigente y muy competitiva.

Mala decisión

Laurens repasó con La Nación aquel duro momento, del cual reitera estar arrepentido por utilizar una sustancia que no necesitaba para mejorar su rendimiento.

“No sé qué me llevó a tomar aquella decisión. Todo fue muy rápido, como cuando un semáforo cambia de colores. Yo no tenía presión de los patrocinadores y mis resultados eran buenos, yo no necesitaba esas sustancias. Me equivoqué al usarla, soy humano y me dejé llevar por malos consejos. Fue un error, lo acepté y pagué bastante caro las consecuencias. Aprendí la lección”, declaró Molina.

Aquella sanción lo llevó a tomar la decisión de alejarse de los medios y prefirió enfocarse en la forma de ganar dinero para mantener a su familia.

“Sabía lo que se venía. La sanción fue una noticia trágica, pero no había marcha atrás y necesitaba llevarle el arroz y los frijoles a mi familia. Había recibos y cuentas que pagar. No podía sentarme a esperar o llorar. Trabajé como taxista pirata, de Uber, haciendo mandados, vendiendo frutas, cebollas, verduras. No podía dejar de morir de hambre a los míos”, manifestó Molina.

Sus experiencias fuera del deporte le enseñaron a valorar lo que había conquistado en el pasado, por lo que pretende que los jóvenes deportistas no cometan los mismos errores, brindando charlas y consejos de los errores de caer en la tentación de probar sustancias prohibidas.

“Quiero limpiar mi nombre. La única vez que utilicé sustancias prohibidas lo pagué caro. La ocasión que salí positiva fue la única vez que las usé. Anteriormente había pasado decenas de controles sin ningún problema porque yo no necesitaba esas cosas. Es duro saber que a mí me sancionaron y la persona que me las dio y recomendó continuó vinculado al deporte”, admitió Molina.

El atleta de 44 años es consciente que es complicado hoy más que nunca buscar patrocinadores, pero intentará mejorar sus actuales marcas para ser tomado en cuenta y tener la credibilidad para tener una nueva oportunidad de representar a Costa Rica en eventos internacionales.

“Hubo personas que se me acercaron y me enrolaron en el ambiente. Mí error fue aceptarlos. Con los atletas más jóvenes converso y les hago ver el error que yo cometí y ellos deben evitar. No es fácil, pero yo me pongo como ejemplo de lo que me sucedió, cómo se cortó mi carrera deportiva y espero que ellos entiendan que solo entrenando duro se pueden alcanzar las metas”, enfatizó Molina.