El domingo pasado, minutos después de la salida, Asdrúbal Fernández Salas cayó sin conocimiento en medio de la clásica La Candelaria.
Los médicos del hospital Max Peralta de Cartago dictaminaron que murió a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio.
Sus familiares no recibieron indemnización por su muerte porque no estaba inscrito y porque este tipo de pólizas no cubren las muertes naturales.
El subjefe de la Dirección de Operaciones del INS, Rainier Álvarez, informó de que ofrecen la Póliza Básica de Accidentes que cubre muertes y lesiones ocurridas durante el evento.
“El Instituto Nacional de Seguros indemnizará la suma contratada (...) cuando el asegurado fallezca por causas accidentales”, reiteró.
La póliza, además, cubre incapacidades totales o parciales y gastos médicos por accidentes.
Álvarez aclaró que el producto protege a los atletas, no al público. “El organizador debe enviar nombres completos y cédulas de quienes corren ese día (una hora antes)”, agregó el funcionario.
Sobre los montos de las pólizas más contratadas, Álvarez indicó que rondan en ¢1 millón por muerte e incapacidad y ¢100.000 por gastos médicos, lo cual significa un pago de ¢1.500 por corredor.
“Algunos montos resultan bajos para atender lesiones serias. Los organizadores deben valorar bien los riesgos: no es lo mismo correr por La Sabana que en una zona de montaña”, añadió Álvarez.
Desde la otra acera, quienes organizan competencias señalan una falta de cultura para el pago de altas inscripciones.
“Entre más alta la cobertura, más cobra el INS y habría que trasladar el monto a los atletas. Yo cobro ¢700 de póliza a cada uno”, dijo Víctor López, director de Tamarindo Beach Marathon , donde corren 4.000 atletas cada setiembre.
Consejos claves antes de salir a correr
Visite al doctor: hijos de padres que fallecieron por un infarto o sin ningún antecedente, todos deben visitar al médico para evaluar posibles riesgos y recibir consejos, antes de ponerse tenis.
Haga un alto: se debe ir al médico si duele el pecho, hay mareos, palpitaciones, visión borrosa o dificultad para respirar, entre otros.
Exámenes de rigor: La prueba ideal que permite hallar riesgos cardíacos es un ecocardiograma de estrés, sin embargo, hay otros análisis igualmente necesarias, como radiografía de tórax, electrocardiograma, prueba de perfil de lípidos, examen de glicemia (azúcar) y prueba de esfuerzo.
Fuente: Eduardo Sáenz, cardiólogo, Hospital Calderón Guardia.