Lance Armstrong: ‘No era posible sin sustancias prohibidas'

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En la mente de Lance Armstrong no era posible ganar el Tour de Francia sin usar sustancias y métodos prohibidos para mejorar su rendimiento en la bicicleta. Tampoco era trampa doparse.

“No era humanamente posible (conseguir siete títulos del Tour de Francia) sin sustancias prohibidas”, respondió a Oprah.

Así de claro fue el exciclista, despojado de sus siete títulos de la competencia más prestigiosa del mundo, en su entrevista con Oprah Winfrey, transmitida anoche.

Lance sacudió al mundo diciendo lo que ya era sabido. Sí se dopó durante su carrera. Su “cóctel” era la hormona EPO, las transfusiones de sangre y la testosterona.

Lo más crucial de sus declaraciones no fue que admitiera utilizar sustancias prohibidas, sino la forma en que el dopaje se concibe como una “cultura” en el ciclismo y su aritmética: “De 200 competidores en el Tour, quizá cinco no usaban (sustancias)”.

“Los cinco que no se doparon en aquellos Tour de Francia fueron los verdaderos héroes”, agregó.

También intentó desmentir la pesada acusación de la Agencia Antidoping de los Estados Unidos (Usada) de que él dirigió el programa más sofisticado de la historia del deporte.

“Nuestro sistema era profesional e inteligente, sin riesgos, pero nuestro programa de dopaje no fue el más grande”, reconoció.

Asimismo, negó las acusaciones de haber obligado a sus compañeros a usar métodos prohibidos.

Como el aire o el agua. Armstrong admitió que nunca temió ser atrapado por las autoridades, pues antes las pruebas se realizaban solo en las competencia y para esas fechas se mantenía “limpio”.

“Para mí era como ponerle aire a las llantas o agua a las botellas. Simplemente era parte del trabajo”, comentó.

El exciclista dice que en su momento no creía estar haciendo trampa o engañando a alguien.

“En esos años no sentía que el dopaje era malo, ni me sentía mal. No sentí que estaba haciendo trampa. Trampa era sacar ventaja frente a mis rivales, solo estaba igualando condiciones frente a ellos”.

Evitó decir nombres o acusar a alguien más, pese a las insistentes preguntas de Oprah para señalar a sus compañeros o al médico Michele Ferrari, señalado como mente maestra de la estructura de dopaje en la que se incluyó Lance.

Historia perfecta. El otrora héroe dijo sentirse en medio de una historia que fue perfecta por mucho tiempo, pero que era mentira.

“Es muy tarde para mucha gente... esa es mi culpa... Veo esta situación como una gran mentira, que repetí muchas veces”, explicó.

Aceptó ser muy agresivo a la hora de defenderse, incluso llamando mentirosos a todos quienes hablaran de la verdad de su dopaje.

Al final, no salieron lágrimas de los ojos cristalizados de Lance Armstrong, pese a los intentos de Oprah por hacerlo sentir mal con preguntas y videos de las tantas veces en que acusó a otros o mintió para defenderse.

Hoy la red OWN transmitirá la segunda parte de la entrevista.