El trofeo del fútbol playa tiene una mano encima: Limón dio un paso al frente y ya acaricia la copa, con la mínima pero valiosa ventaja que sacó ayer en el primer partido de la final ante Saprissa.
Los limonenses remontaron un marcador adverso de 2-0 en la primera parte y terminaron con una victoria de 3-2.
En una mañana gris, los jugadores de ambas representaciones salieron a la fría cancha de arena del Proyecto Gol, la casa morada.
A las 10 a. m. una leve garúa le dio la bienvenida a los equipos, que saltaron al terreno de juego a hacer un fuerte calentamiento para combatir el clima y erradicar el frío.
Una vez iniciado el cotejo (10 minutos después), se notó que los jugadores no habían logrado ese primer objetivo.
Las acciones del primer tercio estuvieron abrazadas al aburrimiento: el juego era cortado y el cronómetro se paraba con las constantes faltas de ambos equipos.
De ese periodo poco se pudo rescatar, casi todo fue análisis y estudio por parte de las dos partes.
El grueso de la emoción llegó en los segundos 12 minutos, cuando ya los cuerpos habían tomado suficiente calor para trabajar.
Las estrategias de ambos quedaron plasmadas a la vista: Saprissa quería el balón mientras que Limón esperaba con fuerza para contragolpear con su velocidad.
A inicios de este segundo lapso, los morados encontraron réditos por su plan.
De esta forma, lograron dos anotaciones, una de Richie Sterling y la segunda de Alfredo Azuola.
La primera fue una buena consecución de pases entre Freddy Zúñiga y Sterling que supo definir muy bien al segundo palo.
En seguida, aprovechando el momento de incertidumbre en su rival, Azuola marcó un tremendo golazo.
Fue un remate desde la media, la pelota pegó en el horizontal y luego picó dentro del marco.
Riposta. Limón encontró reacción a semejante embestida e igualó a dos en cuestión de unos 40 segundos de diferencia entre cada gol.
El primero, un golazo de Yosimar Downer, tras un remate que se clavó en el ángulo; el segundo, Danny Johnson quitó al portero morado y definió casi sin espacio.
La remontada llegó en el tercer y último periodo por la vía del penal, Jermain Cruchant fue el que anotó engañando al guardameta.
De esta forma, Limón le pone una mano al trofeo, que podría ser de bicampeón, el cual espera terminar de tomar el domingo 18 de este mes, cuando reciba en el partido de vuelta a los morados en su casa, en playa Bonita a las 3 p. m.