La pasión por el atletismo los hace correr sin mirar su edad

Berny Ramírez, Marilyn Zamora, Johnny Bermúdez y Sonia Rivas cuentan sus experiencias desde el asfalto.

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“Yo no me siento de 71 años, tengo un estilo de vida diferente a los dela mayoría de mi edad”, afirma Berny Ramírez, uno de los adultos mayoresque cada madrugada se amarra las tenis para recorrer kilómetros.

Aunqueesta población es pequeña comparada con otras categorías de atletismo,demuestra que su edad no es un impedimento para practicarlo, pero sobretodo, para disfrutarlo.

En la última edición de la Correcaminos,cuatro personas mayores de 65 años completaron la maratón (42,190 km),17 lo hicieron en 21 kilómetros y 14 en 10 km. Ellos tan solorepresentaron un 0,7% del total de participantes.

Esto evidenciaque tener la disciplina para correr siendo un adulto mayor es unprivilegio que pocos conservan; sin embargo, los mismos corredores creenque hay más personas, pero no todos compiten.

Tanto Ramírez,como Marilyn Zamora, Johnny Bermúdez, Sonia Rivas y Rodrigo Zabaleta,todos mayores de 65 años, consideran que el atletismo les da más vida, yno se enfocan en la parte competitiva, sino en aprovechar la pasión queencontraron.

“Creo que el secreto está en que uno hace eldeporte que le gusta, a mí me encanta lo que hago y mi vida giraalrededor de la actividad física”, señala Ramírez.

Para él no setrata de un sacrificio, porque aunque implica esfuerzo como tododeporte, eso se traduce en liberación de estrés y buenas sensaciones.

El sentimiento es generalizado, sin importar cuándo conocieron el amor por el atletismo.Unosllegaron “tarde” a la disciplina del asfalto, mientras otros lopractican desde jóvenes, como Ramírez, quien desde los 25 años sale alas calles.

Lo que sí es un común denominador es que dejarlo se ve como una opción lejana, incluso para Sonia Rivas de 68 años.

Por ahora ella está en un reposo extendido, pero su intención es que el 2018 le traiga una nueva oportunidad de correr.

Aldarle 65 vueltas al calendario practicó sus primeras zancadas, perotres años después se topó con una lesión de meniscos en ambas rodillas.

Despuésde completar la Media Maratón de Miami tuvo que frenar y desde esemomento lucha contra la desmotivación de no correr.

Pero mentalmente semuestra tan fuerte como hace un tiempo para superar prejuicios que oyeen las calles.“A mí me decían: ‘qué bárbara, cómo va a empezar acorrer a esta edad’. Esos comentarios como que a veces frenan. Realmente esto es algo maravilloso, lo disfrutaba montones”.

Esamisma emoción sale de las palabras de Johnny Bermúdez, quien a sus 77años acumula 13 maratones y otras tantas carreras de las que no recuerdala cifra, aunque calcula que deben llegar a 50.

“Dicen quecorrer es como una droga milagrosa”, afirma, mientras agrega que lodisfruta mucho, pese a que sus tiempos no sean los mejores.

“Yoduro más de cinco horas haciendo una maratón, mis compañeros —de equipo—son muchachos que corren rapidísimo”, cuenta entre risas.

Cuandoél llegó a las cuatro décadas no había hecho mayor actividad física. Suexperiencia se resumía en haber jugado fútbol como cualquier otro joventico que se prueba en el deporte rey.

El atletismo se encargó de “atraparlo” y le ayuda a tener una vida mejor.“Estoy muy bien, me cuido mucho, tomo vitaminas y tengo una dieta muy buena”, agrega.

Marilyn Zamora, de 68 años, tampoco se preocupa porque cada día su reloj marque un crono más alto que el anterior.

Recuerda,como si fuera ayer, que en su carrera inaugural se motivó ante unprimer lugar inesperado de su categoría, hace 13 años, cuando tenía 55.

“Ahorauno se hace más lento, la respiración ni la zancada es la misma, perotambién depende de cómo esté de ánimo o de entrenada”.

Y aunque su inspiración es personal, lamenta que actualmente no se incentive al adulto mayor en las carreras.

“Yaestas categorías no son premiadas como antes y al adulto mayor no loestimulan. Un trofeo que le den al primer lugar es bueno, para mí esoeso es bellísimo”.

La pasión se disfruta desde diferentesángulos, algunos tan particulares como el de Rodrigo Zabaleta, de 73años.

Él corre desde 1969 y 11 años después de iniciarse en estedeporte, cambió la pantaloneta por un traje entero blanco, así sedistingue entre los cientos de atletas que toman las calles.