La lluvia acude otro año a la cita

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Nueva york. afp. La lluvia, compañera habitual de este torneo, hizo una primera y repentina aparición ayer en las canchas de Flushing Meadows, paralizando todos los partidos que se llevaban a cabo en la jornada matutina de la primera fecha de la edición 2012 del US Open.

Apenas 90 minutos después de arrancar el último de los cuatro Gran Slams de la temporada, un copioso aguacero cayó de repente y obligó a la suspensión momentánea de los 14 partidos que se llevaban a cabo en igual número de canchas del estadio.

Como sucede cada año, cada vez que caen los primeros chubascos en las pistas neoyorquinas, la cuestión del techo para evitar las interrupciones sale a relucir invariablemente.

La Federación de Tenis de Estados Unidos (USTA) ha recibido frecuentes críticas por la falta de un techo desmontable o retráctil para su estadio Arthur Ashe, con capacidad para 23.000 personas.

“No puedo decir cuándo será eso. No puedo decir lo que va a costar, aunque es evidente que serán más de nueve cifras”, dijo Gordon Smit, director ejecutivo de USTA.

“La cantidad de dinero que hemos perdido por no tener un techo y la cantidad de dinero que podría hacer mediante la adición de uno es insignificante en comparación con el costo de agregar un tejado”, añadió Smith.

Por lo pronto, el US Open permanecerá ahogado en un mar de críticas, mientras otros dos torneos del Gran Slam, el Abierto de Australia y Wimbledon, ya tienen un amparo para la lluvia, y el Roland Garros planea construirlo para el 2017.