La leyenda de Tom Brady contra la suerte de un Andrew Luck que lo quiere emular

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Tom Brady no es pasado, aún no. Y nadie puede decir con toda seguridad que Andrew Luck sea solo mañana, puede que ya sea presente.

En su segundo año como titular Brady ganó el primero de sus tres campeonatos de Super Bowl.

Luck está jugando su segundo año en la liga, es llamado a ser una de las grandes estrellas de la talentosa nueva generación de mariscales y no puede esperar para empezar a edificar su leyenda.

Ya puso una primer gran joya la semana pasada, conduciendo a los Colts a una remontada histórica ante los Jefes de Kansas City.

Un atribulado triunfo, por 45-44, que puede ser visto como una fortaleza y una debilidad a la vez.

Fortaleza porque los Colts reaccionaron y, con un par de alucinantes acciones de Luck y algo de suerte, ganaron tras ir perdiendo por 28 puntos. La segunda remontada más grande en la historia de los play-off del fútbol americano.

Debilidad porque admitieron 44 puntos a los Jefes de Alex Smith, quien a todas luces no es un mariscal tan dominante como Brady.

Por lo tanto es poco probable que Indianápolis vuelva a tener la oportunidad de revivir en el partido. Si se descuidan serán quemados por Nueva Inglaterra.

Además, ante Kansas City jugaron en casa y en un domo. Facilidades con las que no contarán en el Gillette Stadium, en Foxboro, donde el fuerte viento y las temperaturas heladas serán la tónica del juego.

¿Sigue la dinastía? Hay pocas personas para las que Bill Belichick no sea considerado el mejor entrenador en la historia de la NFL.

Junto a Brady, el monje ha conseguido ganar tres campeonatos y llegar a otros dos Super Bowl.

Sin embargo, la magia se ha ido disipando. Tom ya tiene 36 años, ha perdido los dos últimos duelos por el campeonato (ambos ante los Gigantes) y ya no cuenta con una alineación de receptores de élite.

De hecho, la campaña ha sido bastante dura para un Brady que ha bregado con receptores novatos y poco talentosos.