Andrés Valverde acudió a los Juegos Panamericanos Santiago 2023 con la firme intención de lograr algo que literalmente nunca se había hecho en todo el mundo y consiguió su propósito. Él logró que a través de su nombre, Costa Rica esté por siempre presente en la historia de la gimnasia.
“Andrés Valverde realizó un elemento en barra fija nunca antes competido, al ser el primer gimnasta en presentar este elemento, ahora llevará su apellido en el código de puntuación de gimnasia. La salida realizada por Valverde fue un doble extendido con doble giro por encima de la barra. La misma recibió un valor de E (0,5)”, comentó Esteban Camacho, juez internacional de gimnasia artística masculina.
Fue una salida por encima de la barra fija, realizando un doble mortal con doble giro extendido. Eso implica un grado de dificultad muy alto, que no se logró de la noche a la mañana.
Entre el entrenador Rónald González y el exponente nacional, ambos se inventaron este ejercicio que ahora se llama ‘El Valverde’ para suplir una necesidad del atleta.
Duraron cerca de tres años trabajándolo, tiempo en el que tuvieron sus altos y sus bajos, con decepciones cuando la precisión fallaba y alegrías cuando lograban la ejecución perfecta.
Todo surgió porque Andrés Valverde no tenía una salida de barras. Ya la logró y la incorporó como un elemento al código mundial de puntuación.
“Había hecho prácticas con algunos otros entrenadores, pero nunca logró concretar nada. Él mismo me propuso que quería hacer esa salida y yo le dije que practicáramos algo sencillo para que tuviera algo. Luego en el camino vimos que podíamos hacer algo más”, relató Rónald González, el entrenador de Andrés Valverde.
Cuando él le dijo lo que podían hacer, que era una salida con medio giro más, él le respondió esa no existía. De forma automática, el técnico sonrió y lo primero que le comentó fue que qué bueno, porque si no existe, entonces la inventa, la mete en el código y hace historia, como finalmente ocurrió.
“Ya la teníamos, pero otro gimnasta de Jamaica la hizo el año pasado y nos quedamos sin nuestra salida única. Entonces, yo le dije que la hiciéramos con doble giro. Nos vimos a la cara y quedamos en que lo intentaríamos, que no perdíamos nada, que ganábamos y empezamos a practicarla con doble giro, que es la que logró ahorita. Logramos hacer el doble giro”, apuntó González.
Pero es que sobre la marcha aparecieron obstáculos. En marzo, el gimnasta se rompió en tendón de Aquiles. Les preocupaba la lesión en sí, pero imposible que no saltaran dudas sobre ahora qué harían y si les daría chance.
“Lo primero era que se recuperara y vimos que nos quedaban dos o tres meses para trabajarla y si se nos da, buenísimo, la logramos, la hacemos y la presentamos. Eso fue lo que sucedió.
”Trabajamos duro, la logró y se dio el resultado. Es un hecho histórico para Costa Rica porque no existían elementos hechos por algún costarricense que se incluyeran dentro del código de puntuación internacional”.
El código es el manual que les dice a los gimnastas los ejercicios que existen en el mundo.
“La mayoría de ejercicios son hechos por alemanes, japoneses, chinos, rusos y ahora tenemos un elemento nuevo de Costa Rica para el mundo, porque todo el mundo va a querer hacerlo”, destacó el entrenador.
Unos 15 días antes de los Juegos Panamericanos, Rónald González habló con un entrenador de otro país y le mostró el ejercicio. Le respondió que estaba muy bien, pero le recomendó que se apresuraran, porque había dos estadounidenses y un belga que lo estaban practicando.
Al recibir esa alerta, González le advirtió a Andrés Valverde que tenían que hacerlo en Chile, porque si no, también se los iban a quitar.
“Le pusimos el turbo para que lográramos la hazaña, que ya es concreta. Era presentarla en unos Juegos Panamericanos que es la competencia más importante de América, o en un Mundial, pero para hacerlo en el Mundial había muchos contratiempos”.
El primero es un tema económico, porque acudir a la cita planetaria y costear esos gastos es muy difícil. Lo otro era el temor de que les pasara de nuevo lo que sucedió con el jamaiquino, que ejecutó el elemento que ellos alistaban y que tenía medio giro menos.
“No queríamos que sucediera eso, porque era una decepción para tanto trabajo. Se hizo y es algo apoteósico, porque lo más alto que puede existir en la gimnasia es presentar un ejercicio o ganar una medalla olímpica o en un Mundial.
“Esto lo vemos más alto, porque esto va a quedar para siempre plasmado en el código internacional, donde el mundo entero va a querer hacer ese ejercicio, porque son ejercicios de muy alta dificultad”.
Aparte de las cualidades como tales de Andrés Valverde, González considera que el secreto está en la práctica y la constancia, porque durante tres años hicieron un ejercicio, en el que podían fallar 1.000 veces de las 10.000 ejecuciones, a sabiendas de que a la hora de la verdad, era una sola presentación donde él tenía que caer de pie, porque si no, no vale.
Por unos trámites que estaba haciendo, a la hora de que cerraban las inscripciones para ir a los Juegos Panamericanos aún no contaba con todo, así que Rónald González no pudo acompañar a Andrés Valverde en esta misión histórica.
“Yo estaba dando clases y mi cabeza estaba pensando en él, en que lo hiciera bien y yo enseñándole los ejercicios a los niños. Fue muy estresante, pero cuando supe que todo salió bien fue una gran alegría por tanto esfuerzo y tantas situaciones que pasa uno para lograrlo”.
Mamá del gimnasta tico Andrés Valverde jugó papel clave en la hazaña
Si el entrenador sentía esa tensión, también sabía que la presión y los nervios tenían que ser el principal rival a vencer para su pupilo, consciente de que si fallaba una vez, perdió, porque no hay otra oportunidad. Pero lo consiguió.
Antes de la hora de la verdad, el propio Andrés Valverde le confesó a su mamá, doña Eugenia Valverde, que estaba muy nervioso. Por un momento, se le estrujó el corazón, porque contó que su hijo siempre ha sido muy seguro y muy ubicado.
En cuestión de segundos, ella encontró las palabras exactas para transmitirle serenidad.
“Nunca se detenga por conseguir un sueño siempre y cuando no haga daño al mundo. Usted vaya y si viene en muletas, en silla de ruedas o sin dientes lo hizo y puede contarlo, porque si se queda sin hacerlo, eso le queda ahí para siempre y no podrá contar todo ese crecimiento deportivo”, le dijo la mamá al gimnasta.
Ella prácticamente pudo ver la hazaña desde la casa en tiempo real, porque estaba con su familia viéndolo por un canal chileno. Además, la presidenta de la Federación Deportiva de Gimnasia y Afines, Lorena Villarreal, le estaba mandando videos desde el lugar de los hechos.
“Me siento orgullosa de que haya dado lo mejor de sí, como digo yo a lo pachuco, se mandó y lo hizo. Y es una alegría para el país”.
Doña Eugenia también cree que esto debe servir como motivación para los demás atletas que encierran tantas historias y viven sus propias luchas.
“La enseñanza es que a pesar de todas las adversidades, más que medallas, Andrés ha logrado sus objetivos, que eso es muy importante. A veces se piensa que todo en la vida son medallas y la actitud con la que él ha enfrentando las adversidades ha sido de mucha enseñanza”, relató.
Contó que su hijo tiene 27 años y entrena desde que tiene cuatro años. Primero era como un juego, pero luego se fue involucrando en los campeonatos internos.
“Mi esposo y yo teníamos un gimnasio. El papá era su entrenador hasta que quedó privado de libertad y aún así con esa adversidad, Andrés siguió adelante. Rónald González es el actual entrenador, quien le dio el seguimiento, con un trabajosumamente profesional y ahí están. La idea es que van para más, si Dios lo permite”.
Así es como se logró incluir ‘El Valverde’ en el código de puntuación internacional de gimnasia
Los gimnastas compiten en seis aparatos y el ejercicio que ejecutó Andrés Valverde y que quedó dentro del Código Mundial de Gimnasia fue en barra fija. Un ejercicio que a partir de la próxima publicación del código, aparecerá ahí como ‘El Valverde’.
El costarricense es el primer atleta de Centroamérica en la rama masculina que logra este hito. Una mujer ya lo había logrado y fue la guatemalteca Luisa Fernanda Portocarrero en 1992.
La ejecución de Valverde que quedó dentro del código tiene un valor alto, por su grado de dificultad. Tiene un valor E, que es de mucho nivel.
Para lograr esto, el atleta tiene que presentarlo al director técnico de jueces, que en este caso es Esteban Camacho. Él lo valoró para determinar si el elemento tenía toda lógica.
“Porque como en gimnasia todo tiene tanto riesgo, deben determinar si es un elemento que puede tener algún tipo de lesión al ejecutarse. Aunque siempre hay riesgos, es como algo más certero. Él dijo que sí estaba bien y que había que hacer una tramitología ante la Federación Internacional de Gimnasia”, relató Eugenia Valverde, madre de Andrés Valverde.
Así que tenían que tenían que enviarle el video de un entrenamiento al especialista de barra para que él lo analizara, determinara si estaba bien y si lo aceptaba para que lo presentara.
“Un día antes de la competencia se hace un tipo ensayo a puerta cerrada, que se llama podium. Ahí hacen todos los aparatos y ahí tiene que presentarlo. El ejercicio le quedó perfecto, y al día siguiente, en la competencia se nos paró el pelo, porque donde cae, da unos pasos hacia atrás. Y si cae sentado el elemento ya no es válido, por más que le habían puesto el valor y todo. Se fue un poco para atrás, pero quedó de pie”, explicó doña Eugenia Valverde.
El sueño de años se volvió realidad, la hazaña fue posible y ‘El Valverde’ perdurará por siempre en la gimnasia mundial.