Mañana iniciará la edición 22 de la Ruta de los Conquistadores con un mismo objetivo para todos los competidores: finalizarla.
Sean ciclistas élite o aficionados, el reto será cruzar la meta de las tres etapas. Así lo reconoce su organizador Román Urbina.
“Lo más importante de esta prueba es el reto personal”, expresó Urbina, quien augura una gran aventura en la edición de este año.
Para el organizador es evidente que la esencia de la competencia que nació hace 22 años es esa: que sea el motor de una meta personal.
No obstante, también reconoce que la presencia de ciclistas profesionales de diversas partes del mundo dan un valor agregado.
“Que hayan más élites por supuesto es bueno porque atraen más a la prensa y medios internacionales importantes y van a detectar más a nuestro país en otros lados. Estamos ilusionados de que vengan tantos élites”, dijo Urbina.
“Pero más me ilusiona que personas comunes y corrientes puedan participar en una misma prueba con ellos. Por ejemplo, en la Vuelta a Costa Rica todos son élites, todos son muy buenos. Una persona común y corriente no se pueden alinear con eso”, apuntó.
“Pero en La Ruta podemos tener personas con sobrepeso, o con una pierna, con cáncer terminal, hay tantas motivaciones para este evento que esa es la parte importante, es la parte que realmente me llena el corazón”, agregó.
Román explicó además que se invitó a cadenas como History Channel y Discovery Channel, para que le den cobertura al evento y así promover al país como como destino de deportes extremos.
Mantiene vigencia. A pesar de la exigencia que tiene la Ruta de los Conquistadores la cantidad de personas inscritas mantiene un número considerable, que aumentó en los últimos cinco años.
En 2010 compitieron 250 personas. Un año después subió el número a 300. Después, en el 2012, la cantidad subió a 550, la mayor de las últimas cinco ediciones. El año anterior fueron 450, y para la edición que inicia mañana en Jacó competirán un 500 ciclistas.