Juegos Nacionales 2016: atleta tuvo que vender huevos para seguir entrenando

La difícil situación económica familiar no detiene a Damián García, quien sueña con subir al podio de una olimpiada

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La Sabana

"A veces en la casa lo único que tenemos es arroz y frijoles. Como en la casa hay gallinas por lo menos nos comemos un huevito", confesó sin pena Damián García, atleta de Desamparados que compite en los Juegos Deportivos Nacionales.

Este corredor de 15 años ha tenido que sortear muchos obstáculos para mantenerse en el atletismo, a pesar de que en algunas ocasiones no tiene dinero para pagar el bus que lo lleva desde su casa, en San Juan de Dios, a los entrenamientos en el centro de Desamparados.

En algunos casos tuvo que vender los huevos que dan las gallinas de la finca en la que viven para poder ir a entrenar.

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"Cuando no hay dinero yo me voy corriendo hasta Desamparados, entreno y me devuelvo corriendo, o por ahí me consigo una bici prestada. También he salido a vender huevos y de ahí sacar la plata", dijo García.

Para estas justas consiguió un patrocinador que le regaló unas tenis, de lo contrario no hubiera tenido con qué correr. De hecho, en las eliminatorias a Juegos Nacionales tuvo que usar unas tenis rotas de tanto uso.

Pero la situación que lo rodea no le quita la sonrisa de su rostro ni le roba los sueños, ya que Damián quiere trascender y representar por todo lo alto a Costa Rica.

"Me sueño en un podio en un unas olimpiadas o en un mundial, ver a los más grandes del mundo a la par mía y yo ser uno de los más grandes", agregó.

Ayer Damián participó en la competencia de los 1.500 m planos, en la que logró quedarse con la medalla de bronce.

Alejado de las drogas. El pequeño atleta vive con sus papás y sus cuatro hermanos. Recuerda con dolor que eran cinco, pero un hermano falleció hace dos años.

Damián aseguró que a pesar de los momentos de dolor y de dificultad, nunca se ha sentido tentado por los vicios, gracias al apoyo y la educación que le da su familia, sumado al aliento que le dan sus entrenadores.

"Todos los días hay un reto, hay que saberlo pasar y por dicha lo he hecho de la mano de Dios y con la ayuda de los entrenadores y de mis papás", finalizó García.

Damián estudia en el liceo Ricardo Fernández Guardia de San Sebastián. Es un poco largo para él pero viaja hasta allá para acompañar a uno de sus hermanos, que tiene Síndrome de Down. De lo contrario su mamá tendría que ir a dejar y a recoger a su hermano todos los días, lo que significaría un gasto mayor para sus padres.