Bastaron ocho kilómetros del Alto de La Victoria para que Juan Carlos Rojas diera un golpe de autoridad y confirmara su nombre como el gran candidato a ganar la edición 46 de la Vuelta a Costa Rica .
El Rey Juan Carlos, como lo conocen en el mundo del ciclismo, ganó la etapa entre Guápiles, Turrialba y Cartago con más de tres minutos de ventaja sobre sus rivales. Todavía no es un mazazo definitivo, pero sí permite adivinar que los demás aspirantes al cetro lo tendrán muy difícil para darle alcance.
Tal y como estaba anunciado, el liderato del cubano Yasmani Martínez se evaporó en la cumbre; antes del primer premio de montaña ya estaba a más de cuatro minutos, resignado a entregar la camisa.
En los kilómetros iniciales del ascenso, el grupo principal ni siquiera necesitó forzar mucho el paso para ir desgranando el lote. Los ciclistas se iban quedando uno a uno, sin apuros ni presión: la Vuelta se disputaba en otro lado.
Con la cima de la tabla sin dueño, los principales equipos empezaron a alinear sus fichas. Colombia pudo colocar a sus siete ciclistas en la cabeza de competencia, junto a representantes de JPS-Giant, Citi-Economy y BCR-Pizza Hut. Parecía que los escarabajos podían montar uno de sus habituales festines, pero esta vez el zarcereño Rojas tenía otros planes.
Ataques. El suramericano Salvador Moreno se escapó en el descenso a Turrialba, luego del paso por El Guayacán con pelotón compacto.
Parecía que le estaba haciendo un “puente” a sus compañeros Daniel Rincón e Ismael Sarmiento; es decir, desgastar a los rivales para que después ellos saltaran. No obstante, el JPS-Giant también tenía su estrategia: cazaron a Moreno y lanzaron a Marco Salas, que sí le despejó el camino a Rojas.
Cerca del segundo premio de montaña, después de pasar por Turrialba, el nuevo líder encendió las turbinas y dejó rezagados a los pedalistas que todavía sobrevivían dentro del grupo puntero.
La ventana se fue haciendo grande, hasta superar los tres minutos, que le dan una renta considerable al zarcereño para trabajar con tranquilidad estos días.
Hoy se disputará una cronoescalada entre Orosi y Paraíso. No es tan fuerte como otros años: solo tiene un premio de montaña de tercera categoría, en la meta.
Será una oportunidad para tratar de cuestionar el liderato de Rojas, uno contra uno, sin peones ni intermediarios. Pero aún en un mal día del Rey Juan Carlos, es muy difícil que le recorten tres minutos.
También faltan las dos etapas del Cerro de la Muerte, después de la Navidad, y una contrarreloj plana en Pérez Zeledón. Será cuestión de ver quién se anima a retar a un líder que se ve muy sólido.