Juan Antonio Marín alzó dos trofeos de la Copa del Café

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Por José Antonio Pacheco P.

n Juan Antonio Marín era un desconocido cuando llegó al país para jugar la Copa del Café en 1992.

Dos años antes se mudó a España con su familia para dedicarse al tenis. Con 16 años cursaba secundaria en Murcia y militaba en el Club Cordillera, donde preparaban al atleta para ser profesional.

Sin embargo, Marín, de 38 años, era el as bajo la manga de la organización del certamen. En su ruta al título, Juan despachó al mexicano Diego Pérez, al puertorriqueño Rafael Jordan y al número 1, el yugoslavo Bojan Vujic. Pero perdió frente a Jimy Szymanski (Venezuela).

Pese al revés, Marín respondió en dobles junto a Adam Gusky (EE. UU.), con quien se entendió a las mil maravillas, se convirtió en figura del torneo y en el nuevo ídolo.

Los triunfos se dieron con el peruano Jaramillo y el azteca Pérez, los yugoslavos Dukic y Bosnjakovic, así como a Bojan Vujic y Merid Zahirovic; y a los italianos Giorgio Galimberti y Paolo Tabini.

El 11 de enero de 1992, en la final, el buen nivel de Marín y Gusky doblegó 6-0 y 6-2 a Carlos Drada (Colombia) y Juan García (Ecuador).

En la Copa del 92, el tico superó en fila a Jean Pierre Marcel (El Salvador), Sebastián Ferraro (Argentina), Pedro Zannoni (Brasil), Cecil Mamiit (EE. UU.) y Leonardo Olguín (Argentina), en semifinales.

Era el tercer tico en alcanzarlas después de Fred Thome (1984) y Kenneth Thome (1985). Sin embargo, en la final, el rumano Razvan Sabau no dejó que Marín se transformara en una leyenda y lo aplastó 6-2 y 6-1. Con sus 15 años, Sabau dio una lección de tenis moderno.

Pese a esta derrota en singles , Marín tuvo su instante glorioso en dobles, junto a Jason Weir-Smith (Sudáfrica), con quien el tico se compenetró de gran manera.

Vencieron a los ticos Fernando Pacheco y Cristian Salazar, los estadounidenses Chris Hill y Cecil Mamiit, el griego Yannis Tsagas y el sueco Jean-Noel Lacoste, los argentinos Gustavo Díaz y Leonardo Olguín y, en la final, a los brasileños de Pedro Zannoni y Daniel Souza.

Dos años después de la Copa, Juan Antonio incursionó en el circuito profesional. Fue el primero y único tenista del Istmo en disputar títulos de la ATP en la Era Abierta.

Jugó dos veces la final del certamen de Bastad, en Suecia, y logró el cetro en la edición de 1999 ante el sueco Andreas Vinciguerra. También logró cinco títulos Challenger: dos en San Marino y uno en Samarcanda, en Génova y en Roma.

Su triunfo más sonado fue en 1998 durante el Torneo de Santiago de Chile, cuando en los cuartos de final derrotó al entonces número 2 del mundo, el local Marcelo Ríos.

En el 2007, tras jugar la Copa Davis y ocupar el sitio 55 en el mundo, decidió retirarse. Una lesión en la espalda, que lo aquejaba desde hacía varias temporadas, lo llevó a decir adiós al deporte. Hoy dirige una escuela de tenis avanzado para alumnos de entre 13 y 17 años.