El ciclista costarricense Josué González vivió este viernes una experiencia muy diferente en la penúltima etapa de la Vuelta a Antioquia, en Colombia.
El tico que refuerza al equipo continental EPM Une tomó la partida en la jornada de 96,5 kilómetros entre Jericó y La Estrella, pero jamás imaginó la forma en la que terminaría la jornada.
"La etapa empezaba con una bajada muy peligrosa y la organización no quería hacerla controlada. Se produjo una caída muy fea en la bajada, de hecho fueron varias caídas y el comisario detuvo la carrera. Después quería iniciarla con los mismos tiempos y después decía que con los tiempos de diferencia, entonces se terminó de hacer controlada por los ciclistas, como protesta", relató Josué González.
Fueron unos 40 hombres los que se cayeron y, varios de ellos, sufrieron fracturas.
Esa especie de huelga de los corredores es más que coherente, porque si por sí mismo el ciclismo es un deporte de riesgos, tampoco vale la pena exponer la integridad física de los pedalistas ante el peligro.
"Entramos todos juntos a la meta", expresó González.
Óscar Sevilla (EPM Une) continúa al frente de la clasificación general, con un acumulado de 14:13:39; mientras que el tico, quien se cayó en la segunda etapa, marcha en el puesto 31, a 25:06.
"Ahí voy bien, lo que más me está molestando es un dolor en el brazo izquierdo", reseñó Josué González.
Este sábado se correrá la última etapa de la Vuelta Antioquia, con una cronoescalada de 15,6 kilómetros en Medellín, entre Loyola y Santa Helena.