Ironman 70.3: El fin de semana en que Playas del Coco no trasnochó

Playas del Coco fue "invadido" por deportistas dispuestos a superar 1,9 kilómetros de natación, 90 km de ciclismo y 21 de atletismo

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Había un triatleta por cualquier lado en que se mire. Playas del Coco fue "invadido" por deportistas dispuestos a superar 1,9 kilómetros de natación, 90 km de ciclismo y 21 de atletismo.

Ese lugar conocido por la vida nocturna respira un fin de semana dedicado exclusivamente al triatlón con el Ironman 70.3, que por primera vez se realiza en Costa Rica.

Diferente a lo que sucede en otros momentos, la noche se acaba rápido y el día empieza muy temprano. A las 4:30 a. m. es cuando habrá más personas y a las 11 p. m. ya todo estaba desolado.

Los bares hoy no son los protagonistas y en su lugar están las cimarronas recibiendo a los atletas y stands con productos para practicar este deporte.

Felipe Esquivel, tico que participará en la carrera, notó que en esta ocasión el Coco era diferente.

"Ayer (viernes) llegaron en la noche y no había nada de ambiente nocturno, todos estaban descansando para salir a entrenar".

La feria del Ironman está llena de múltiples opciones, desde masajes hasta hidratantes, geles y promociones en gimnasios. Mientras las personas caminaban entre los puestos, nadie abandonó su botella con agua o hidratante.

En esta oportunidad la cerveza no es el protagonista. Una conversación normal son los consejos de los más experimentados a los novatos, o un repaso del entrenamiento que se realizó. No se habla del partido del domingo o la fiesta nocturna.

En las calles hay más bicicletas en movimiento que automóviles, los cuales quedaron parqueados a la orilla de las vías para darles espacio a quienes decidieron entrenar.

Son miles de personas; según cálculos de la organización entre 8.000 y 10.000 visitantes, todos dándole una nueva cara al Coco.

Cada participante viene acompañado y aunque no todos compitan, el esfuerzo prácticamente se reparte igual.

Maklin Madrigal llegó con su esposa, Ana Castillo, y sus hijos. Muestra de que toda la familia se ve involucrada en el reto.

"Es un trabajo en equipo, es un sacrificio muy bonito. Se vuelve un estilo de vida y es todos un ejemplo para los chiquitos", comentó Castillo.

Aunque en esta zona del país ya se han hecho competencias de triatlón, la magnitud es diferente.

Desde días previos a la carrera los competidores empezaron a llegar a la provincia de Guanacaste. Vienen de todas partes del país y del mundo, ya que hay representantes de más de 40 naciones.

Erick Martínez es uno de esos representantes foráneos; llegó el viernes de la Ciudad de México.

"Es mi primera vez aquí y me gustó mucho el país, es muy verde. Hay mucho bochorno, eso sí", resaltó el azteca.

Tanto él como el resto sintieron durante casi todo el día la inclemencia del tiempo. Todos saben que la historia seguirá siendo la misma en la carrera: llueve y luego sale el sol.

Por momentos se siente que el sol "quema" y en otros hay que buscar un techo para cubrirse de la ligera llovizna.

Sin embargo, eso solo pasaba como detalle menor. Los ticos conocen lo cambiante que puede llegar a ser el clima de su país y los extranjeros trataban de acostumbrarse.

"Vine hace una semana al país y hace dos días aquí para aclimatarnos porque es muy diferente a España. Esto sí que favorece bastante a que sea una carrera bonita con este ambiente tropical", destacó Carlos Aznar, atleta español de categoría profesional.

No hay forma de que algún elemento distraiga la atención puesta en esta fiesta, una diferente que vive ahora Playas del Coco, vista desde el primer Ironman 70.3 Costa Rica.