Las dificultades que se han interpuesto en el camino del atleta Shaydron Miller Guity, no le han frenado en su ilusión de ser medallista en la edición XXXVII de los Juegos Nacionales Icoder 2018.
Tener que desistir de competir en el atletismo por su continuo padecimiento de asma, la muerte de su padre o el accidente de su hermano Sherman Guity (perdió la pierna izquierda), son apenas golpes del destino que el joven limonense de 19 años tuvo que afrontar y vencer.
Con la presea de oro colgada en su pecho, tras conquistar los 110 metros con vallas en la categoría Juvenil A de las Justas, Shaydron se siente orgulloso y aspira a continuar su evolución como deportista.
"Siempre había querido participar en los Juegos Nacionales, me contaban que eran muy lindos y la verdad los disfruto al máximo porque puedo competir con mis compañeros que son como una familia para mí, es una gran motivación”, dijo Miller quien representa a su natal Limón
Desde niño le gustó el atletismo, se motivó a competir observando entrenar a su hermano Sherman; sin embargo, un padecimiento de asma truncó su carrera deportiva por orden de su padre.
“A mi papá le preocupaba que yo compitiera, no me dejaba correr porque temía que me pasara algo por mi enfermedad, por lo que tuve que retirarme de la pista unos años, dejar de correr que era lo que más me gustaba”, explicó Miller.
No obstante, la muerte de su papá cambió todo en la vida de Shaydron.
“A él lo mataron en Limón. Sé que tenía algunos problemas, pero la verdad no sé mucho de eso. Fue duro, pero también me dio la oportunidad de volver a correr. Mi enfermedad mejoró y probé volver a competir para motivarme y seguir adelante”, recordó Miller.
En sus primeros Juegos, en 2016, ganó medalla de bronce en los 110 metros vallas. En los del año anterior se tropezó en la final en una de las vallas y perdió el primer lugar, situación que lo desmotivó un poco.
Sin embargo, el golpe más duro se lo llevó después de las justas, cuando su hermano Sherman perdió parte de su pierna izquierda durante un accidente de tránsito, en agosto pasado.
“Fue muy duro para la familia cuando a mi hermano Sherman le pasó el accidente. Recuerdo que me prometí que si no volvía a la pista, yo correría por él. Por dicha Sherman tuvo el coraje de convertirse en paratleta y ahora es mi inspiración. Desde aquel momento entrené más fuerte para salir adelante como él y gracias a Dios todo me ha salido bien”, explicó Miller.
A Shaydron lo motiva que su hermano desee ser un gran atleta paralímpico, por eso entrena cada vez más duro en el Poliportivo de Limón para cumplir sus metas.
“Como a todos los atletas, me gustaría llegar algún día a unos Juegos Olímpicos, ese es mi sueño. Sé que debo entrenar más duro y esforzarme, pero me ilusionar poder seguir en el atletismo como mi y hermano”, añadió Miller.