La pequeña Mía se despertó súbitamente y lo primero que encontró para jugar fue el cinturón de campeona de las 154 libras, de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), que su madre, Hanna Gabriel, minutos antes había ganado por nocaut técnico a la mexicana Paty Ramírez, en un final inesperado.
Hanna miraba tiernamente a su hija, muy distinto a la fiereza con que fulminó de un derechazo a la azteca, quien no mostró respuesta ante los golpes de la costarricense a los 36 segundos del segundo asalto, en la pelea celebrada en el Internacional Ballroom de San Juan, Hotel Resort and Casino de Isla Verde, Puerto Rico.
“La verdad me siento muy contenta con la victoria pero me quedó un sinsabor, quería boxear más y Paty también, pero detuvieron la pelea”, comentó Hanna desde su hotel, tras recuperar el título que estaba vacante.
“En el primer episodio sentí un golpe fortísimo que me hizo encender las alarmas, por eso en el segundo entré a pelear convencida de que debía ganar. Le metí una derecha y ella se fue para atrás, por lo que arremetí con todo, como una fiera, la conecté al cuerpo y al rostro y el árbitro detuvo el combate”, recordó Hanna, quien ganó el cetro perdido ante la dominicana Oxandia Castillo en febrero del 2013.
“Me siento maravillosa, pasaron muchos meses desde que perdí el título, luego vino mi embarazo y la verdad tenía muchas ganas de pelear y por dicha recuperamos el título”, dijo Gabriel.
“La pelea fue rapidísima, la ganamos antes de lo que esperábamos, más que veníamos de un largo proceso de inactividad. Ahora lo que queda es retornar a casa, seguir estudiando en la Universidad Santa Paula, darle la revancha a Paty y pensar en tener entre tres o cuatro peleas en el 2015”, añadió la pugilista.
Hanna también agradeció a su patrocinador, el Banco Popular y a su representante Mario Vega, quienes a lo largo de su carrera han estado a su lado.
“Siempre confiaron en mí y estuvieron a mi lado, por lo que ese título también es para ellos y para todo Costa Rica”.