Río Segundo, Alajuela. Para Hanna Gabriel, en la preparación de la pelea del sábado todo está listo y el plan de pelea está estudiado; en otras palabras, lo que tenía que hacerse ya está hecho.
Sin embargo, dice sentir algo que, asegura, no había sentido antes y así lo explica: “Como novedad he sentido un poquillo de nervios..., y ansiedad, pero nada fuera de lo normal”, se apresura a aclarar.
“Debemos canalizarlo correctamente para sacarle provecho y que no nos afecte”, comentó la campeona del mundo superwelter (154 libras) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
“Eso tiene que ser una ventaja, porque me va a mantener más alerta”, declaró la pegadora tica, en una entrevista con La Nación, realizada ayer en el gimnasio Fite Nite, su sede de entrenamientos.
Hanna Gabriel defenderá por tercera vez su corona de la OMB pasado mañana, ante Dakota Stone, de los Estados Unidos.
Se esperaba que Stone llegara ayer por la noche al país.
El choque mundialista de ambas boxeadoras será el de fondo de una velada que se realizará en el Palacio de los Deportes de Heredia, a partir de las 7 p. m.
Los costarricenses en el exterior podrán seguir la pelea por medio del sitio Canal de Boxeo, en la siguiente dirección: www.cdb.tv
De nuevo. La pelea de este sábado marcará el regreso al ring de la monarca del mundo, luego de que el pasado 31 de marzo derrotara a la también estadounidense Melisenda Pérez por nocaut técnico en siete asaltos, en el marco de la semana de apertura del Estadio Nacional.
Ayer estaba enfundada en un traje sauna, que con el calor de Alajuela del mediodía ella lo supo definir muy bien: “Es un infierno”.
Con eso intentaba “quemar la última grasita”.
“Me he estado mentalizando mucho en el sentido de que va a ser una pelea muy dura, una pelea en la que si no sigo la estrategia puede complicarse”, apuntó la monarca.
“Ante las otras chicas a las que me he enfrentado siempre he podido resolver los problemas”.
Stone tiene 42 años de edad, es más alta y tiene mayor alcance que la costarricense.
“Primero vamos a pelear a distancia, pero quiero sentir la mano de ella para ver qué tan fuerte es”, comentó Hanna, aunque tampoco se trata de poner la otra mejilla.
“Vamos a seguir la misma estrategia, pero podemos hacer un ajuste sobre la marcha”, añadió.
Los nervios de Hanna ahí están, pero, como dice ella, no les piensa dar pelota: “Nunca lo he hecho y no pienso empezar ahora”.