En lo deportivo la Vuelta a Costa Rica sigue desarrollándose como una plataforma donde se descubren nuevos valores de este ciclismo tan pujante y de características modernas en la antropometría.
En Costa Rica uno encuentra quién se defienda en la subida pero también quien pueda rendir en otros terrenos, dándoles un perfil polifacético a sus corredores más jóvenes.
Pero si bien es cierto que los escaladores salen beneficiados a final de cuentas en las grandes carreras internacionales, en Costa Rica un crisol de corredores puede brillar sin ser los más poderosos exterminadores en la montaña, o por lo menos eso me tocó a mí observar en esta edición 51º. Juan Carlos Rojas realizó dos o tres buenos latigazos en el Cerro de la Muerte tanto de ida como de regreso por la cara más dura, pero nada tan devastador cómo para alejarse contundentemente y crear brechas importantes en la montaña.
Quizás también tiene mucha influencia que no hay realmente una llegada de primera categoría en el trazado de esta Vuelta como para poder realmente ver esas capacidades a un potencial completo, pues la mayoría de las etapas termina bajando o en subidas no categorizadas como la que se da en Grecia que tiene bastante dificultad en los ultimos 3 kilómetros.
Creemos que los corredores en Costa Rica bajo la lupa de esta 51º edición se los consideraría más todo terreno, no como en Colombia donde por ejemplo la media es que sean más escaladores que pasistas.
En Costa Rica los muchachos que se defienden en la subida pueden ser también protagonistas en terrenos de falso llano y en las escapadas.
Pensamos que el recorrido más balanceado de esta carrera de 11 etapas pueden dar como resultado dicho tipo de corredores, pues no se enfatiza en esa montaña de rampas de dobles dígitos y aprovechan su orografía para explotar la media montaña, que a mi parecer puede crear las sorpresas y expectativas tanto como con las llegadas en alto. Eso no quiere decir que en 11 días no sería interesante poner una llegada en el famoso Cerro de la Muerte.
Con la logística necesaria se puede crear una etapa donde la afición pueda llegar a los lugares estratégicos para hacer una fiesta en lo alto del puerto por su cara Categoría especial y promover transportes que eviten el tráfico y lleven a los fans hasta la cima con tiempo para acampar unas horas antes de una batalla épica.
Conocemos de la tradición que tiene esta Vuelta en el calendario nacional en pleno diciembre, pero si tomamos en cuenta que son varios los equipos interesados en asistir al establecido Tour de San Luis, viajar a América no costaría mucho más para hacer una mini-versión de la Vuelta a Costa Rica con duración de tres días y que fuera un preámbulo al viaje de los World Tour a Argentina.
Aquí hay perfiles y clima y los equipos nacionales han demostrado manejarse al tú por tú con selecciones nacionales como la de Venezuela y equipo Continental como San Luis Somos Todos este año.
Más allá de lo que pasó en los hoteles fuera de competencia en este 2015, el nivel deportivo es bueno y con ciertos ajustes la organización puede ser igual que la que vemos en la provincia de San Luis.
Costa Rica puede aprovechar los siguientes meses para gestionar relaciones con las personas adecuadas en cuanto a logística se refiere como para hacer de Costa Rica una fecha extra de preparación de los World Tour en enero.
Pensar en otra fecha de calendario es complicado con lo saturadas que ya están las agendas.
Por experiencia en Argentina y en lo que fue la Vuelta a Chihuahua y el último critérium que se corrió en esa capital norteña en México, les puedo asegurar que el impacto de ver a un Sagan, Purito o Cavendish deja una increíble huella en la afición y los ciclistas más jóvenes que aspiran a codearse con las estrellas mundiales. Mejor incentivo no se puede tener entre nuestra juventud ciclista.
Esperamos que después de los bochornosos acontecimientos extra-carrera este año la Federación Costarricense ponga mano firme y si hay castigo que corresponda al equipo de Frijoles Tierniticos se pague con la participación a otra carreara.
No le deseamos hacer mal a nadie con estos comentarios, pero si creemos que es mejor dejar un antecedente de que esta página fue la última que deterioró la imagen deportiva del ciclismo en este bello país a que alguien no crea que hay consecuencias para repetir el capítulo.
El equipo que decidió no salir a la etapa 7 este año fue al parecer más forzado por el capricho de una sola persona. La organización ese día no quiso poner sanción a los equipos involucrados en la trifulca, pero eso no quiere decir que se le permita a este capítulo dejarle un sin sabor a la gran afición que tiene este país.