Heart Akerson: falleció el deportista aventurero y científico que impuso un estilo muy particular de competir en Costa Rica

Heart Akerson murió a los 76 años, tras vivir más de la mitad de su vida en nuestro país y ser un gran animador en diferentes competencias deportivas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Era común verlo participar descalzo en la Carrera al Cerro Chirripó y hacer la Ruta de los Conquistadores sin camisa, vistiendo un pantalón corto de mezclilla, llevando una pequeña cuchilla en su faja, y montando su bicicleta para sortear todos los obstáculos.

Heart Akerson, padre de Rom Akerson, triatleta nacional y campeón mundial de Xterra en 2018, falleció este sábado a los 76 años, dejando un sinfín de anécdotas al ser uno de los deportistas de aventura más reconocidos del país, tanto por su apariencia como por su estilo de competir.

Siendo un amante de la naturaleza y la aventura, hace poco más de un año se perdió por más de 30 horas en las montañas del sector de Tambor y Paquera, en Puntarenas, en su afán de buscar nuevas rutas para andar en su inseparable bicicleta.

Pero Heart Akerson, originario de Seattle, Estados Unidos, y quien hace más de 40 años llegó a nuestro país en un velero que él mismo fabricó, también fue un reconocido científico. Heart, físico de profesión, fue además empresario y fabricante.

Estuvo al frente de una empresa de energía ecoamigable llamada “Heart Transverter,” que fabrica y vende implementos que ayudan a aprovechar de mejor manera la electricidad. Incluso, hace más de 30 años trasladó su empresa de Seattle a Barreal de Heredia.

Sin embargo, su hogar siempre permaneció en el sector de Tambor, Puntarenas, junto a su esposa, hijos y nietos, donde estaba cerca del mar, la playa y la naturaleza que siempre disfrutó en nuestro país.

“Papá era un aventurero, una persona que le gusta el aire libre y sabía cómo sobrevivir. Pero, debido a su edad, me preocupaba un poco que le pasara algo, que sufriera una caída o se golpeara fuerte y no pudiera salir de la montaña. Eso era lo que me inquietaba”, confesó meses atrás su hijo mayor, Rom Akerson, a La Nación, quien siguió los pasos de su padre en el deporte y la aventura.