La clásica de la Cruz Roja de Aguas Zarcas será el terreno del reencuentro de Román Villalobos con el asfalto, un “debut” que estaba previsto para el miércoles con la Vuelta a Higuito pero que tuvo que adelantarse porque las ganas de correr pudieron más.
La competencia sancarleña, pactada para este domingo a las 9 a. m., le pondrá fin a 15 meses de espera para el rutero costarricense, quien dijo estar ansioso por ese regreso aunque aceptó que la confianza será un tema a tratar.
“Lo siento como un debut nuevo, no me siento como con la confianza cuando salí anteriormente, pero por eso lo afrontaré como un nuevo comienzo, me acomodaré al nivel del pelotón, sin desesperarme, porque después de esa experiencia tan amarga tendré más pausas, no voy a ir a todas las carreras como antes”, dijo Villalobos.
El ciclista dice regresar en buen estado de forma, pues si bien tiene más de un año de no correr, hace varios meses que se viene preparando para afrontar la posibilidad de ese regreso que el domingo finalmente espera materializar.
“No es que dejé de entrenar, hace rato lo vengo haciendo por mi cuenta y me he cuidado. Cuando me llegó esa sanción estaba en uno de los mejores momentos de mi carrera, tanto a nivel físico como de resultados y sé que es importante regresar a como salí, ojalá con un buen triunfo”, añadió.
El rutero, quien a partir del miércoles también se enfrascará en la disputa de la Vuelta a Higuito, afirmó que vuelve con cautela, consciente de que quiere pelear el podio pero que su exigencia pasará más por retomar el ritmo.
“Creo que estoy en condiciones para pelear, pero está claro que me falta ritmo y no me voy a presionar. Higuito es también una vuelta muy montañosa y el estreno para el resto de pruebas de la temporada, por eso voy a ir con calma”, añadió.
Villalobos aseveró que, por lo menos durante lo que resta del año, solo correrá en Costa Rica.